dijous, 1 d’octubre del 2020

 DESCUBRIENDO EL PÉRIGORD NEGRO






El Périgord se encuentra en la región de Aquitania (Aquitaine). 

El nombre de Aquitania se lo pusieron los romanos en el siglo I a. C. Esta región está delimitada por la costa del Atlántico y la cara norte de los Pirineos. Este extenso territorio se divide a su vez en departamentos y uno de ellos es el departamento de la Dordoña (Dordogne), que es uno de los más grandes de Francia, y cuyo nombre antiguo era Périgord, por lo que aún se le conoce con esta denominación histórica. 

río Dordogne


Périgord fue territorio de guerras y batallas, de caballeros y princesas. En tan poco espacio concentró una extensa hoja de la historia de Francia, siempre bajo la atenta mirada del río Dordogne. 

Está dividido en cuatro zonas : Périgord blanco, verde, púrpura y negro. 

Después de recorrer lo más llamativo del Périgord Púrpura nos adentramos en la zona más al sureste que recibe el nombre de Périgord Negro por los oscuros bosques que pueblan la región así como por la abundancia de trufas negras que se encuentran en estas tierras. 




En busca de pueblos y “bastides” 

Los que me conocéis un poco, sabéis lo mucho que me gustan los pueblos y ciudades medievales y recorrerlos despacio, callejeando por todos los rincones. Cuando elegimos visitar estas tierras sabía que mi gusto viajero sería feliz porque, además, tenía un añadido: “les bastides” 


Las “bastides” o “ciudades nuevas” se contruyeron en la Edad Media para animar a la población a crear entornos urbanos en zonas rurales. Se alzan sobre las dos orillas del río Dordogne y desempeñaron un importante papel estratégico en la Guerra de los Cien Años. 

Una de las más representativas es Monpazier. 




Monpazier

Monpazier

Monpazier


Monpazier 


Es una de las “bastides” mejor conservadas del Périgord. La fundó Eduardo I de Inglaterra y conserva intacto su carácter medieval, con un patio central rodeado de arquerías, calles perpendiculares y murallas. Es considerada “bastida modelo” por su trazado ortogonal perfecto que influyó en el estilo de los arquitectos más importantes de la época. 

Monpazier se ha convertido en la ciudad de las artes y la artesanía.Más de 22 artistas y artesanos del arte trabajan allí

Con esta información empezamos recorriendo sus calles y lo primero que vi fueron esos talleres de artesanos que tienen las puertas abiertas y comparten con cualquiera que pregunte su pasión y sus conocimientos. Están en cualquier recodo, en la plaza o en un escondido callejón. Después de tantos años como profesora de Artes Plásticas no es de extrañar que cuando estoy en un lugar así, deseo que el tiempo no transcurra. 

Monpazier

Monpazier

Monpazier


Monpazier


También recuerdo que dije: -Este lugar será inolvidable para mi, el mejor de esta ruta- 

Pueblos pintorescos a lo largo de la orilla de la Dordogne 


Dirección noreste, buscando el río Dordogne atravesamos poblaciones pequeñas y también catalogadas como Pueblos más bellos de Francia. 
La mayoría de pueblos visitados aquellos días tienen esa etiqueta identificatoria.

Otros, además, tienen otra, la que los señala como las Villas Floridas de Francia. Se trata de pueblecitos donde sus habitantes tienen especial atención en decorar las fachadas de sus casas, especialmente con flores. 




Vilefranche du Périgord, Belvés, Limeuil, Beynac, Cénac y La Roque Gageac... Todo poblaciones pequeñas y que se disponen de forma longitudinal, a lo largo de la orilla del río. 




Domme


Domme 

Nos apartamos un poco del curso del río Dordogne para visitar otro famoso bastión medieval que responde a la arquitectura típica de las “bastides” de la época. Repito, son pueblecitos medievales fortificados creados durante la Guerra de los Cien Años que enfrentó a las coronas francesa e inglesa. 

A Domme la llaman “la Acrópolis del Périgord Negro” y aún no he descubierto el porqué. Lo que es cierto es que todo la bastide está encaramada en las alturas, a 150 metros por encima del río por lo que cuenta con una situación privilegiada. 

Esta bastide conserva parte de las murallas que rodeaban la población y tres de sus puertas originales. 

Domme


Entramos por La Puerta de Tours, cuyas torres se utilizaron como prisión para templarios encarcelados que hicieron grabados, dejaron mensajes, sus nombres y fechas que aún hoy pueden verse. 

Continuamos un paseo agradable por sus típicas calles observándolo todo hasta llegar a la plaza principal. Allí se encuentra el edificio más importante del pueblo, la Maison du Gouverneur, que es del siglo XVII. Allí está la Oficina de Turismo y desde allí podréis acceder a la gruta más grande y famosa del Perigord Negro, la llamada las Grottes de Domme, las cuales son muy visitadas. 

Más arriba se encuentra el Mirador de la Barre, un gran balcón desde el que se tienen excepcionales vistas del valle de la Dordoña. Si el día es claro es posible divisar el pueblo de La Roque Gageac, el castillo de Castellnaud e incluso Beynac-et-Cazenac. 




La Roque Gageac



La Roque Gageac 


La Roque Gageac también está incluido en la lista de Pueblos más bellos de Francia y, además, es el tercero más visitado de todo el país solo por detrás de Mont Saint Michel y Rocamadour. 



La Roque Gageac


Toda la población está situado en un acantilado y a orillas del río, porque sus habitantes construyeron casas fortificadas, edificaron fuertes y lo convirtieron en una fortaleza para defenderse de ataques de los vikingos; incluso utilizaron cuevas prehistóricas excavadas en la roca del acantilado. 


La Roque Gageac



Las callejuelas empedradas y empinadas se abren paso entre casas fortificadas de antiguos nobles. 

No subimos, estábamos cansados. Me quedo con la imagen de las casas junto al río Dordoña, es de las más bonitas de todo el Périgord. 


La Roque Gageac


Camino de Sarlat-a-Canéda aún pudimos ver otro de estos hermosos pueblos: 
Beynac-et-Cacenac 




Sarlat


Sarlat-et-Cacenac 



Llegamos a Sarlat, capital del Périgord Negro; la habíamos elegido para pasar la noche. Dicen que Sarlat es uno de los pueblos más visitados de Francia y esto ya se nota nada más entrar, todo preparado para turismo a tope. 

Dimos un paseo buscando un lugar para cenar y este paseo se convirtió en algo mágico porque era el atardecer y las tenues luces de lámparas de gas (¡sí, tienen luces de gas!) creaban un efecto de claroscuro que aún le daba más encanto. 

¿Por qué será que los pueblos medievales me gustan tanto? 

De nuevo las calles adoquinadas, las casas de piedra ocre, casas entramadas, los hermosos edificios civiles y muchos detalles que te llevaban de la Edad Media hasta el siglo XVII o al XVIII con estilo clásico. De hecho se han mantenido tan bien sus edificios porque los disturbios de la Revolución Francesa no la afectaron, porque era una ciudad burguesa, no aristócrata. 

Sarlat

Sarlat



A pleno sol luce también muy hermosa. En sus extremos norte y sur tiene dos plazas que sirven de entrada a la calle de la République, que es la calle comercial de Sarlat. 

Place de Lucien Maleville o de la Liberté es la plaza principal. Aquí está el ayuntamiento de Sarlat, la iglesia-mercado y muchas terrazas en las que descansar y disfrutar de las vistas. 

Sarlat



Uno de los monumentos más característicos de Sarlat y que está en esta plaza es su antigua iglesia de Santa María reconvertida en mercado cubierto.En la torre campanario se instaló un ascensor panorámico, como una caja de cristal, desde el que ver vistas de 360º de Sarlat y sus alrededores.
 
Sarlat




Otro de los edificios más fotografiados es la Torre Linterna de las Muertos, detrás de la Catedral, en la zona que antiguamente correspondía con el cementerio. No se sabe cuál era su funció, quizá podría ser una capilla funeraria. 

Torre Linterna de las Muertos, (Foto de viajera digital)

 

El mejor día para visitar Sarlat es el sábado. Por la mañana hay mercado por las calles de Sarlat. 



Si tenéis un poco de tiempo vale la pena visitar el Castillo de Commarque que está a poco más de 15 kilómetros de Sarlat. Está en un entorno de colinas, bosques y verde intenso. En un solo edificio se puede ver muchos pasados y muchos estilos: una cueva prehistórica, la vivienda de los trogloditas, un castillo medieval y un calabozo románico.
 
El Castillo de Commarque
el Castillo de Commarque



Nosotros dejamos la visita porque queríamos llegar a Montignac y ver las famosas cuevas de Lascaux.
 


Montignac y las cuevas de Lascaux 


Montignac está situado en el valle del Vézère que también recibe el nombre de Vallé de l'Homme. El homo sapiens vivió allí, refugiado entre sus farallones calizos. Nuestros antepasados supieron apreciar en todo su valor ese entorno privilegiado lleno de cuevas y refugios que convirtieron en sus casas. El arte prehistórico de Lascaux y otros yacimientos más modestos tienen un estado de conservación excelente. 


cuevas de Lascaux




Al llegar a Montignac lo primero que hicimos es comprar las entradas que te permiten entrar a visitar la reproducción de las cuevas de Lascaux. Al igual que pasa en Altamira, las originales no son visitables. 

Son más de 8500 m2 de espacio de visita, que comprende una copia completa e inédita de la cueva y 6 salas de exposiciones de la historia del descubrimiento de Lascaux, su lugar en el arte mundial y la creación contemporánea. 


Lascaux disputa a Altamira el calificativo de Capilla Sixtina del Arte Paleolítico. 


Si os interesa la prehistoria es una visita obligada. (Un secreto: a Joseph le gustan las cuevas prehistóricas, a mi, no). Las entradas eran para después de comer, así que aprovechamos para visitar el pueblo y comer junto al río Vézère. 


St Amand de Coly


Buscando la A89 que nos conduciría a Perigueux, capital del Périgord Blanco, aún hicimos una parada en St Amand de Coly y, ¡sorpresa!: pueblo muy pequeño, sólo habitantes nada de visitantes, puedes aparcar gratis y tiene una mole de piedra que sobresale del casco urbano. Entramos. 

Esta mole era una abadía muy grande en proporción al pueblo y se cree que durante las luchas de la Guerra de los Cien años la iglesia fue dotada de sistemas de defensa. Ahora queda la Iglesia muy cuidada. 

El pueblo está muy reconstruido y no tiene mucho que ver, pero se respira aire puro y se puede comprar una buena hogaza de pan.