La
ruta de la Senda es sin duda el recorrido
más bonito que se puede dar por Vitoria-Gasteiz. Es un paseo casi
obligatorio por la cantidad de veces que te lo llegan a recomendar.
Mis
piernas de jubileta lo recorrieron todo.
El
punto de partida se sitúa en la Plaza de la Virgen Blanca que es el
principal lugar de encuentro de Vitoria-Gasteiz. Luego
podemos ver la sede del Parlamento
Vasco nada
más cruzar las vías del tranvía.
Continuamos el paseo por el Parque de la Florida,
el parque más
importante de la ciudad, convertido en parque botánico. A
continuación nos
adentramos de lleno en el Paseo de la Senda.
El
paseo continúa bajo castaños centenarios que da
la impresión de circular
por
el interior de
un
túnel que aboca a las vías del tren, bajo las que sigue el camino.
Luego
se
interna en la zona más exclusiva, allá donde la burguesía
adinerada construyó sus viviendas desde inicios del XX. Las casonas impresionan. Abunda el estilo inglés, pero hay también variantes regionalistas de sabor vasco, como la propia Ajuria Enea, la casa del Lehandakari.
Vemos
la Casa
de las Jaquecas y
el Palacio
de Zulueta.
Siguiendo,
observamos el
Museo
de Armería,
el Palacio
de Ajuria Enea y
el Museo
de Bellas Artes.
Tras
pasar por el campo de fútbol de Mendizorroza, donde juega el
Deportivo Alavés, nos encontramos con la escultura a San Prudencio,
patrón de Alava, y que se halla bajo un arco a la entrada del pueblo
de Armentia.
Finalmente,
llegamos
a
la
Basílica
de San Prudencio,
uno de los templos románticos más emblemáticos de todo Euskadi.
Los amantes de la naturaleza pueden
seguir hasta perderse literalmente entre
prados, caseríos y bosques. Precioso y relajante hasta no poder más.