dimarts, 28 de gener del 2020

BUDAPEST, RECORDANDO LOS MERCADILLOS NAVIDEÑOS


Sí, sí, lo reconozco. Este par de “jubiletas” son unos auténticos fans de los mercadillos navideños europeos. Ese olor a pino, a chocolate caliente, a galletas de jengibre, nos “ponen”. Somos de esas personas que el olor, el sonido y el color de la Navidad nos hace feliz. 

Los "jubiletos" en Budapest


¿Por qué Budapest? 


Este año nuestro destino ha sido Budapest porque leí que sus mercadillos navideños son unos de los mejores de Europa y también porque nosotros aún no los conocíamos. 

En Budapest encontraríamos el vino caliente con naranja, el té con canela o las maravillosas chimeneas recubiertas de azúcar y cacao que asoman al final de cualquier comida en tierras hungaresas. 

Los meses de invierno en esa ciudad son fríos, los mercadillos son hermosísimos, pero al estar situados al aire libre, notas las bajas temperaturas y hay que venir bien abrigado. La temperatura máxima promedio de día son 5 grados centígrados, pero muchas veces puede bajar a -10. También puede caer nieve y de vez en cuando el río Danubio baja con inmensos pedazos de hielo flotando. 

Nuestro hotel SasOne en calle Sas, situado al lado de la plaza de San Esteban, no podía ser más céntrico. Eso permitía que después de comer y de la caminata mañanera haciendo recorrido urbano, descansáramos un poco para estar a punto para la tarde-noche. Luego del reposo era el momento de abrigarse y salir a la calle para disfrutar del ambiente mágico que la capital húngara nos ofrecía en tiempos navideños. 

Cerámica tradicional de Budapest




El Mercado Navideño de la Basílica de San Esteban 


Este mercado tiene una pista de patinaje sobre hielo de 200 metros cuadrados y un enorme árbol de Navidad con luces azules en el centro de la plaza de San Esteban, lugar perfecto para sacar unas fotos espectaculares con la basílica de fondo si no fuera porque siempre está lleno de visitantes. 

Dicen que se posiciona entre uno de los mejores de Europa y el más bonito de Budapest a pesar de ser el más pequeño. 

Basílica de San Esteban


¿Qué tiene de especial este mercadillo? 

El espectáculo de luces con proyección 3D que sale de la fachada de la basílica de San Esteban. Este espectáculo surge todos los días de las 16:30 hasta las 20:00 en intervalos de media hora. Hay dos tipos de espectáculos de luces que se van alternando: uno "tradicional" y otro en 3D para el que puedes comprar tus gafas 3D en cualquier tienda del mercado. 

También se puede disfrutar de música, de eventos culturales y de conciertos que hacen en un escenario. Pero yo lo que siempre busco son las casetas de madera para ver los artículos que ofrecen y poder comprar adornos navideños del lugar, que luego colgaré en el árbol de Navidad de mi hogar. 

Quedé admirada de lo bien preparadas que lucían estas bonitas barracas de madera con productos a la venda muy originales y de artesanía húngara. 




Basílica de San Esteban
  
Después de disfrutar de estos puestos de regalos artesanales había que dar un paseo por las casetas que ofrecen street food. Nosotros cenábamos cada día un plato diferente para probarlos todos. La comida es un poco más cara, pero muy apetecible. 

La primera noche probamos los langos, una especie de masa de pan frita redonda y plana a la que ponen encima salsa de queso y queso rallado. 

Pan frito para preparar los langos

Preparando los langos

Lo mejor que comí, un delicioso langos



El Mercado Navideño de la plaza de Vörösmarty 


Y el olor nos llevó a otra espectacular concentración de casetas de madera: el de la plaza de Vörösmarty. Es otro de los mercados navideños de Budapest. Tiene muchísimos puestos rústicos con decorado navideño, dos escenarios para actividades, sesiones de música en vivo y espectáculos de baile. Vimos un cartel-programa espectacular donde se anunciaban conciertos de folk, jazz, blues, soul, crossover y audiciones de músicas del mundo. 

(De lunes a viernes las actuaciones empiezan a las 17:00 horas y los fines de semana suelen actuar por la mañana y la tarde) 

Llueve, llueve y llueve en plaza de Vörösmarty

Llueve, llueve y llueve en plaza de Vörösmarty

Llueve, llueve y llueve en plaza de Vörösmarty


Esta plaza se caracteriza por la gran cantidad de paradas de comida de gran variedad y para todos los gustos. 

De nuevo otra noche para probar nuevos sabores y olores. Comimos un goulash, ese guiso tan característica de países del este. En los mercadillos se come servido dentro de un bollo redondo de pan. Todo acompañado de vino caliente que varía un poco según las especies que le ponen los diferentes tenderos. 

Bollo de pan relleno de goulash

Sopa goulash

Estofado de goulash


El Goulash es el plato húngaro más conocido, hay que decir que es una sopa y no un guisado. Sopa espesa hecha con carne de vaca, patatas y cebolla y especiada con el importante pimentón (páprika). 


Asador de salmón



Un fuerte olor a canela nos llevó frente a unos pasteles chimenea o kürtőskalács dando vueltas sobre si mismos , calentándose sobre las brasas y caramelizando el azúcar. Este curioso bollo en espiral lo habíamos visto ya en Praga, pero parece ser que que fue en Hungría donde se inventó. 

Pasteles chimenea o kürtőskalács



Había casetas donde preparaban comida dulce y salada ( toki pompos, pizza húngara, salchichas ) y, siempre, mesas al lado para disfrutarla con un café, chocolate caliente, cervezas locales o un vinito tibio. 



Otros Mercados Navideños en la ciudad 

Visitamos la plaza del Deák que se transforma también en otro mercadillo. Hay otros más alejados del centro: 


Plaza Deák Ferenc 


Parque de la ciudad (Városliget) 


Calle del Rey (Király utca) 


Patio Gozsdu 


Plaza Liszt Ferenc 


Mercado de Óbuda, en plaza principal (Fő tér) 


Tradiciones húngaras navideñas 

Siempre que un viajero visita un lugar le gusta conocer un poco sus costumbres. 
Dentro de las tradiciones más curiosas que se encuentran en este país es que Santa Claus es conocido como Mikúlas y en lugar de visitar a los pequeños el día 24 de diciembre, para por las casas el día 6 de ese mes. 

Según la tradición, se debe limpiar los zapatos y dejarlos a su alcance para que deje en ellos pequeños regalitos, generalmente chocolate y naranjas o mandarinas y, si has sido malo, es posible que encuentres un virgács, una pequeña ramita dorada que Mikúlas deja a quien no se han portado demasiado bien. 

Entonces, ¿no se hacen regalos en Nochebuena? Pues sí. En esta fecha es Jesús quien trae los regalos a los niños y niñas con motivo de su nacimiento. 

Otra de las curiosidades es que el día de Año Nuevo (1 de enero) se comen lentejas como símbolo de prosperidad durante el año, al igual que en Italia, y carne de cerdo, ya que se cree que la de ave o pescado se llevará «volando» la suerte que tendrás durante el año. 


Los postres típicos de Nochebuena y Navidad son el beigli, un rollo relleno de nueces o semillas de amapola, y por supuesto el zserbó, un postre cubierto de chocolate ideado originalmente en la cafetería Gerbeaud (Vörösmarty tér 7) y que ya ha llegado a los hogares húngaros. 

Tastando postres de Navidad en la cafetería Gerbeaud

Beigli, el más famoso de los postres navideños

Merendando un zserbó








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