dissabte, 2 de maig del 2020

BUDAPEST Y SUS TRANVÍAS






Habíamos leído en una de esas buenas revistas de viajes que una de las lineas de tranvía de la ciudad de Budapest está incluida en la lista de las más bonitas del mundo. Este dato, de entrada, ya nos puso en alerta para incluirlo en los apuntes de mi libreta viajera. 

Luego, in situ, lo corroboramos: el tranvía número 2, en su trazado, recorre muchos de los puntos atractivos de la capital y, además, circula en paralelo al río Danubio. 




Buscando información 


En 1866, la ciudad de Pest era la 6ª ciudad del mundo en instalar un sistema de tranvías a caballo, y para 1885 ya había 15 líneas en funcionamiento. En 1890 comenzó la instalación de vías para coches eléctricos muy pocos años después que se instalara la primera vía eléctrica en el mundo (Gross-Lichterfelde, cerca de Berlín, 1881) 

La red de tranvías de Budapest es, a día de hoy, una de las más extensas del mundo, con unos 196 kilómetros de longitud de recorrido y cerca de 40 líneas. 

Es un transporte muy utilizado por los habitantes de la ciudad y también por los viajeros, ya que dependiendo de la línea, se pueden recorrer las mejores calles y puntos turísticos. 

Las paradas que hacen estos tranvías están cercanas a estaciones de metro para, de esta manera, aumentar más su cobertura. 

Vimos varios tipos: los más antiguos que dan un toque bohemio y clásico, pero no están adaptados a discapacitados. Luego están los más modernos que tienen más comodidades. Y los que están iluminados con lucecitas navideñas. 

Hay que decir que en Budapest todos los transportes urbanos son gratuitos para las personas mayores de 65 años y eso también incluye a los viajeros que vienen a visitar la ciudad. 

Con esta ventaja y un buen plano de transportes subimos a tranvías y autobuses aunque sólo fuese para una corta, (las piernas de Jubileta lo agradecieron) 



Línea 2, la más famosa 

Entre todos los tranvías destaca la línea 2, la del célebre vagón amarillo. Es muy parecido al de Lisboa y recorre en paralelo al río Danubio, al lado de Pest. Lo primero que se recomienda cuando subes, es buscar un asiento en el lado del tranvía que queda mirando hacia el río. 




Partimos de la parada al lado del Puente Margarita para dirigirnos hacia el sur de Pest. Rodeando primero el Parlamento húngaro para seguir luego su camino en paralelo al Danubio. 

En el trayecto se pueden admirar muchos de los hermosos monumentos de esta capital imperial: La Iglesia de Matías, el Bastión de los Pescadores, el Puente de las cadenas, el Castillo de Buda, el Puente Erzsebet y la Colina de Géllert. Después se dirige al sur de la ciudad en una última parte ya con menos encanto en las vistas. 




Un recorrido similar puede hacerse en el tranvia 19, pero en la orilla opuesta, la orilla de Buda. A bordo del 19 se observa muy bien la Iglesia de Santa Ana, la colina de Géllert o el Bastión de Pescadores desde otra prespectiva. 




Aconsejan hacer estos trayectos dos veces, primero de día y después de noche, justo cuando se encienden las luces de la ciudad, sus puentes y monumentos, y aún queda algo de luz natural antes de que anochezca del todo, en esos minutos tan hermosos del día. 



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