La
Avenida de Les Champs Elysées es
una de las calles más famosas del mundo y también de las
consideradas más caras de Europa. Debe su nombre a los “Campos
Elysian” donde, según el mito griego, las almas buenas viven allí,
en
el más allá; algo así como el paraíso cristiano.
Mide
casi dos kilómetros de longitud y atraviesa la ciudad desde la Place
de la Concorde hasta la Place Charles de Gaulle, conocida por la
Place de L'Étoile porque de ella parten doce avenidas.
En
esta importante avenida, flanqueada
por palacios y
construida por Napoleón, los parisinos celebran numerosos
acontecimientos : desfiles del Día del Armisticio (11 de noviembre),
Día de la Bastilla (14 de julio), la última parte del Tour de
France o cortejos fúnebres de personajes ilustres.
Ya
en la Place de la Concorde admiramos el obelisco de granito
rosa proveniente de Lúxor con 3.300 años de antigüedad situado en
el centro de esta plaza desde que el virrey de Egipto, en 1831, lo
regalara a Francia. Esta plaza no ha cambiado desde la primera vez
que visité la ciudad hace unos venticinco años.
Desde
allí las vistas son muy buenas, hacia el norte, sur y oeste se
encuentran los edificios neoclásicos de la época napoleónica: la
iglesia griega de La Madeleine, el palacio del Parlamento y el
Arco del Triunfo: Al suroeste la Torre Eiffel atraviesa el cielo.
Desde
allí, encaminándonos hacia la izquierda, se divisa a lo lejos
nuestro objetivo: la rotunda silueta del Arco del Triunfo,
entre árboles recortados que acentúan la perspectiva.
A
lo largo del
recorrido
por
los
Champs
Elysées
se pueden visitar las
tiendas más renombradas de París mientras contemplas a una multitud
multirracial haciendo lo mismo: mirar, pasear, comprar, hacerse fotos
y sonreir....
También
algunos mendigos.
Verás marcas de lujo como Cartier, Prada, Dior, pero también cines,
cafés, restaurantes de lujo y
establecimientos
de comida rápida.
En
cada esquina se puede encontrar una
boulangerie apetecible,
una heladería repleta de clientes en invierno o un establecimiento
donde venden ostras frescas; porque
esta avenida está plagada de negocios delicatessen
para los amantes del buen comer.
Por
todo ello es un paseo muy adecuado para el tipo de viajeros que
buscan estas cosas.
¡
Por fin llegamos al final del paseo ! Delante nuestro se encontraba
el famoso Arco del Triunfo. Impacta al verlo por
primera vez respecto a su tamaño, tiene 50 metros de altura.
Muchos
viajeros, entre los que se cuenta “Jubileta”, se limitan sólo
a verlo desde la calle, porque no todos saben que se puede subir a la
parte de arriba. Joseph subió y la verdad mereció la pena. Una
preciosa escalera de caracol lleva a la parte superior del Arco
del
Triunfo
y te encontrarás en el centro de una estrella. Allí las vistas son
espectaculares
En
los jardines que lo rodean se encuentra la Tumba del Soldado
Desconocido y una emotiva Llama Votiva.