dissabte, 27 de febrer del 2016

UN FIN DE SEMANA EN BILBAO


Nada queda de aquella ciudad con imagen lluviosa, oscura y gris que disfruté en mis primeros años profesionales en el País Vasco. Ese Bilbao industrial del que hace tres décadas decían que en los tendederos la ropa blanca se volvía enseguida negra, poco a poco, cambió a lo grande gracias a la mano de proyectos urbanísticos vanguardistas
Ese carácter duro se fue dulcificando y, en la década de los ochenta, con la reconversión industrial, desaparecieron los astilleros y las acerías de toda la orilla de la ría del Nervión. Luego fueron surgiendo edificios que auguraban un nuevo futuro para la ciudad.



El Museo Guggenheim es lo más significativo del cambio y luego, siguiendo su rastro, salieron las Torres de Isozaki, el Puente Zubizuri, la Torre Iberdrola, la Alhóndiga, el Palacio Euskalduna o la estación de Abando.
El hotel Barceló Nervión donde nos alojamos, está situado en un paseo precioso, el Campo Volantín, y es en ese punto donde se puede empezar el recorrido por la ciudad.


La primera visita está allí mismo, el Guggenheim Bilbao Museoa, símbolo de la modernidad vasca.
Es una impresionante mole de granito, cristal y titanio, diseñado por Frank O. Gehry y simula un barco atracado en la ría. ( Es recomendable dar una vuelta completa al edificio para notar esa forma de barco varado y bajar después caminando en dirección a la ría porque, al torcer a la derecha, se contempla la araña de Bourgeois, llamada “mami”) Entrar en el interior del museo es como cruzar un espejo mágico porque te quedas impresionado mirando su atrio en cualquier dirección. Las exposiciones que alberga ya son otro cantar.


Después de hacer montones de fotos puedes seguir el recorrido por la orilla de la ría hasta el puente de Zubizuri (“puente blanco” en euskera), obra de Santiago Calatrava que con su suelo de cristal y pasarela suspendida por un cable, hacen marear a más de un visitante. Este puente une el Campo Volantín con las torres Isozaki.


Seguimos paseando río arriba hasta llegar a la altura de una plaza ocupada por una escultura de Oteiza, titulada “Variante ovoide” detrás de la cual está el Ayuntamiento.
A escasos metros cruzamos el romántico parque del Arenal. Este paseo es la mejor entrada al Casco Viejo. Hace muchos años ésta era una zona de pescadores y marismas.
Es en este punto donde se debe buscar el Teatro Arriaga, precioso edificio de finales del siglo XIX y que ha sido siempre punto de encuentro de todos los bilbaínos bohemios. Su imagen recuerda la Ópera de París o el Teatro Real de Madrid.


Si a esta altura cruzases el puente del Arenal encontrarías el edificio de la Sociedad Bilbaina y la estación de la Concordia que es un edificio modernista, referente de la Belle Epoque bilbaína.
Por cualquiera de las calles que allí convergen podemos adentrarnos al Casco Viejo. Siguiendo el mapa optamos por la calle Correos y así llegar a la Plaza Nueva lugar muy concurrido de la parte antigua donde todavía se ve jugar a los niños en plena calle.
Es tiempo de hacer un alto y dar placer a todos los sentidos tapeando, txikiteando o poteando. Hicimos un recorrido gastronómico alrededor de la plaza. Nos pareció fantástico Bar Bilbao, el Zuga y Victor Montes donde se degustan pinchos a todas horas.


Calles y callejuelas adoquinadas que formaron el origen de la ciudad y que ahora conservan esa arquitectura tan característica de galerías con cristaleras en cuyos bajos se encuentran un montón de comercios. Este intrincado laberinto son las llamadas Siete Calles.
Si decides también dar placer al espíritu dirígete hacia la Catedral gótica de Santiago. Enseguida se ve la torre que destaca sobre los demás edificios del casco antiguo. En el interior se pueden ver arcos, bóvedas y vidrieras tan característicos del estilo gótico. Lo mejor, el pórtico.


Esta Catedral se construyó en honor al apóstol Santiago por la cantidad de peregrinos que pasaban por Bilbao en su camino hacia Santiago de Compostela.
Pasamos también por la Biblioteca de Bidebarrieta, por la Real Academia de la Lengua Vasca y encontramos un lugar entrañable en una esquina, el Monumento a la Begoña de los Txikiteros. Es éste un lugar único desde el cual se puede ver desde el casco viejo, la basílica de Begoña, que alberga a la patrona de Bizkaia


En la segunda parte del fin de semana la cita ineludible fue recorrer el Ensanche, barrio construido a finales del XIX debido al crecimiento de la población.
Entramos en el Museo de Bellas Artes aprovechando la entrada doble del Guggenheim. Este museo se encuentra en el Parque de Doña Casilda, una de las zonas verdes más grandes del centro de la ciudad. En su interior hay colecciones de pinturas de las escuelas flamencas, francesas, del renacimiento, holandesas y también españolas. (De 10 a 20 h, cierra los lunes, entrada, 6 euros y conjunta con el Guggenheim, 13.50 )


Buscamos el eje del Ensanche que es la Gran Via; desde allí a plaza Moyúa y por Alameda Recalde, callejeando y respirando el aroma de la zona más bulliciosa, lúdica y comercial de la ciudad.
Llegamos frente a La Alhóndiga, antiguo almacén de vinos completamente remodelado como centro cultural y de ocio (43.000 metros cuadrados), un lugar espectacular.


La tarde iba entrando y pensamos que la mejor manera de despedir el día era llegar hasta la plaza del Funicular para subir al monte Artxanda y contemplar Bilbao a nuestros pies y ver ponerse el sol.


Dos adjetivos adjudico a esta ciudad tan noble de Euskadi, la amabilidad y la elegancia.

Laster arte, Bilboko


RECOMENDACIONES


  • Es muy interesante el Metro Bilbao, (obra de Norman Foster) porque ofrece un paisaje bajo tierra digno de visitarlo por su arquitectura, originalidad, sencillez y eficacia. Pensad que recibió el Premio Brunel de arquitectura ferroviaria (la estación Sarriko en particular). Billete sencillo: 1.50 euros
  • Haciendo un alto en el callejeo tomad un café en “El Bulevard” ( zona del Arenal)
  • En todo Bilbao, a la hora de beber vino, se “potea” (el chiquito es un “pote” y el corto de cerveza un “zurito”)
  • Para compras gastronómicas hay que ir al mercado de la Ribera, cerca de la Catedral, en la zona de las Siete Calles.
  • Coged el funicular para subir al mirador del monte Artxanda; el recorrido dura pocos minutos y tiene una frecuencia de 15. Desde este mirador se entiende porque los bilbaínos llaman a la ciudad “botxo” ya que se ve como metida en una especie de agujero rodeada de verdes colinas.



dimecres, 17 de febrer del 2016

BARCELONA. UN PASEO POR LAS RAMBLAS


Pintura al óleo de Antonio Reverte
Barcelona es una ciudad moderna, cosmopolita, especial, acogedora y multicultural que os espera con los brazos abiertos.
Podemos empezar la jornada en el Café Zurich, porque es un preámbulo perfecto al paseo por las míticas Ramblas de Barcelona.

Foto de Asier
El Café Zurich hace las veces de centro del centro, es un punto de encuentro obligado. Es un café clásico de toda la vida, lo reformaron hace pocos años, pero sigue conservando todo su sabor. Es el sitio ideal para ver y dejarse ver, y, a un lado de la Plaza de Cataluña.
Si decidiéramos sentarnos en una de las mesas de su terraza, disfrutaríamos en primera fila de un curioso desfile de personas de todas las alturas, anchuras y colores.


Las Ramblas se inician en la Plaza Cataluña y terminan junto al monumento de Colón en la parte antigua de la ciudad.
Son 2 kilómetros de paseo entre distintas ofertas extraordinarias y cientos de visitantes de todo el mundo.
Podéis visitar los mercadillos que se encuentran cercanos al puerto y asombraros ante la gracia de dibujantes y pintores que retratan los millones de estímulos que aporta el lugar.
Nuestro paseo nos llevará a conocer edificios de enorme simbolismo como el Palacio de la Virreina, el mercado de La Boquería y el Teatro del Liceo.


Cruzaremos el primer tramo de Las Ramblas, llamado de Canaletas, por el nombre de la fuente de hierro colado del siglo XIX que hay en el comienzo.
Según el dicho "el que bebe de esta fuente vuelve siempre a Barcelona".
Es un lugar de encuentro de hinchas de Barcelona FC cuando celebran los triunfos de su equipo. También, diariamente, es un lugar de tertulias al aire libre.


Allí nos encontramos con singulares puestos de periódicos y revistas, de terrazas para tomar café, comercios emblemáticos, tiendas de recuerdos y cientos de artistas, entre malabaristas, mimos y músicos callejeros.
Seguíremos por la Rambla de los Estudios ( nombre dado por el antiguo edificio de la Universidad, construido a mediados del siglo XV) para llegar a mi primer destino: la iglesia de Belén.
Esta iglesia forma un estrechamiento pintoresco de la calle que recuerda los orígenes de ésta que fue un torrente en sus inicios.


La fachada principal que da a la calle del Carmen forma un bonito telón de fondo de la Rambla de las Flores.
Delante y haciendo esquina a la calle Puertaferrisa, hay un gran caserón, el Palacio Moyá.


Este tramo llamado Rambla de las Flores es quizá la quinta esencia de la ciudad.
Su belleza cambiante es propia de todas las estaciones del año.
Durante el siglo XIX era el único lugar de Barcelona donde se vendían flores y cada parada tenía su propia tertulia. Entre las floristas, célebres por su belleza, el pintor Ramón Casas encontró su mejor modelo que más tarde convertiría en su esposa.
En este punto del recorrido llegamos a uno de los lugares más visitados por viajeros y turistas: el mercado de Sant Josep o de la Boquería.



Recorrer este mercado es un verdadero placer para los sentidos porque una multitud de olores, colores, sensaciones se abren a tu paso, entre el bullicioso ir y venir de la gente.
Pasearemos, admiraremos, preguntaremos, compraremos, fotografiaremos, observaremos ... interiorizando cada una de las cosas que tenemos delante.



Al salir seguimos bajando por la Rambla llamada de los Capuchinos en este lugar. Un trozo de su pavimento fue decorado por Joan Miró y es la parte donde se sitúan importantes atractivos turísticos como el Gran Teatro del Liceo, la calle Unión donde comienza el Barrio del Raval, el Palacio Güell, el Café Ópera, el acceso a la Plaza Sant Jaume, el acceso a la Plaza Real y la fuente de hierro de las Tres Gracias.

Foto Wikipedia
El último tramo es la Rambla de Santa Mónica, zona donde se concentran la mayor parte de bares y restaurantes hasta llegar al Monumento de Colón que conecta con la zona del antiguo puerto.



¿Nos vamos a “ramblear” ?




divendres, 12 de febrer del 2016

ELS MILLORS MOMENTS D'AQUESTA “JUBILETA”





Ja ho deia Goethe: "Jo intentaria tenir res més que això, moments, uns darrere         

                                                                                                                                   d'altres "



Veure una bona sèrie de televisió.

Passejar per algun lloc bonic.

Tenir una bona conversa.

Anar a dormir al meu llit i escoltar com plou fora.

Riure fins que em faci mal la panxa.

Escoltar la meva cançó preferida a la ràdio.

Sortir de la dutxa i que la tovallola estigui calenteta.

Anar de compres.

Preparar la maleta per fer una escapada.

Riure de mi mateixa.

Saber que les persones que estimo tenen bona salut.

Dissenyar un nou treball de Patchwork.

Llegir un bon llibre relaxadament.

Anar a dormir amb molta son.

Viatjar en bona companyia.

Escriure en el meu blog.

Veure sortir el sol del mar al Delta de l'Ebre.

Despertar-me i adonar-me que encara puc dormir un parell d'hores més.

Passar una estona amb els meus millors amics.

Utilitzar el jersei de la persona que estimo i que encara faci la seva olor.

Tornar a veure un vell amic i sentir que les coses no han canviat.

Mirar un capvespre.

Que el “jubileta” que tinc al costat em digui que m'estima.

Y els moments  més importants que els he deixat per al final: veure als meus fills i néts 

sans i feliços.




dilluns, 8 de febrer del 2016

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA VIAJAR A COPENHAGEN.

Cúpula de la Iglesia de Mármol en el Barrio Real
Dinamarca es un pequeño país hermoso y muy civilizado. Allí se nota que han resuelto con gran sabiduría algunos problemas esenciales de la vida, como la vejez, el desempleo, los impuestos...
A la pregunta de cómo es la cultura danesa, un valenciano que regenta un restaurante español, respondió: “ Eso “ - señalando una tarjeta de crédito. Saquen conclusiones.



Una semana de estancia en Copenhagen no da mucho de sí para conocer a fondo la vida cotidiana de esta capital, pero como se trata de dar algunas recomendaciones a posibles viajeros, aquí anoto algunas:


SAS y Vueling vuelan desde Barcelona, e Iberia y Ryanair desde Madrid; Norwegian ofrece vuelos desde ambas ciudades ( a partir de 50 euros ).


Desde la plaza del Ayuntamiento salen todos los días, a las 11 de la mañana, los Tours Free. Se ven unos chicos con paraguas rojos, son los del tour. Cada uno lleva gente de diferentes idiomas a pie por los lugares más importantes de la ciudad. Recomendable si no tienes mucha noción de la ciudad. Al final de la visita tienes que dar una propina.


La Copenhagen Card permite entrar a 74 museos y atracciones y desplazarte de forma gratuita en tren, bus o metro. ( 48 euros por 24 horas, 67 por 48 horas ).
Nosotros no la adquirimos porque una corta escapada no te permite visitar tantos museos y en cuanto al transporte es mejor caminar porque la parte visitable del centro es pequeña.


  • Ningún problema con el idioma si tienes nivel de inglés viajero porque casi todo el mundo en Dinamarca lo habla a la perfección como su segunda lengua.
  • La moneda es la corona danesa que viene a ser 1 euro = 7,5 coronas. En el mismo aeropuerto hay sitios de cambio, con comisión fija de poco más de 4 euros. En las oficinas del centro de la ciudad la comisión ronda el 11%
  • Se puede pagar en casi todos los sitios con tarjetas de crédito Visa y Master Card. Los cajeros están operables las 24 horas del día.

  • Ambulancia, bomberos , policía o cualquier emergencia llamar al 112.
  • Cerca de la Estación Central se encuentran hoteles de distintas categorías y es la mejor zona para buscar alojamiento porque el centro de la ciudad es pequeño y no conviene perder tiempo en desplazamientos si se va para pocos días.
  • Los hoteles, hostels y albergues nos resultan caros si comparamos con otros países más al sur. Consultad las tarifas porque éstas fluctúan en función de la demanda.
Palacio de Rosenborg Slot

  • El aeropuerto queda a 9 km al sureste del centro. La Terminal 1, vuelos nacionales; la 2 y la 3, vuelos internacionales. Todo está muy, muy señalizado y no hay problemas de idioma porque está gráficamente muy bien puesto.
  • La mejor forma de llegar al centro es mediante el tren. Cada 12 min, el trayecto dura 14 min (36 DKK)

  • Otra opción es el metro. Tarda 20 min a la ciudad; no llega a la estación central (Kobenhan H), pero sí es la mejor forma de ir a Christianshavn y Nyhan. Sólo 14 min (36 DKK)
  • La carrera en taxi sale por unos 300 DKK y dura unos 20 min según tráfico.
Estación Central 

  • Todos los billetes pueden adquirirse en la ventanilla DSB del aeropuerto o en las estaciones de metro.
  • El transporte público es caro, pero no nos será necesario si lo que queremos es visitar el centro de la ciudad. Se puede llegar paseando a todos los sitios. Si somos muy reacios a caminar la mejor alternativa es la bicicleta.
  • En la ciudad y cubriendo rutas largas están los autobuses, todos amarillos. Tienen siete líneas principales que se indican con una A (el nocturno con una N). El billete del autobús puede sacarse en el mismo, pero el conductor sólo acepta monedas. (24 DKK)

  • Hay también una tarjeta de 10 viajes múltiples por las 2 zonas ( todo lo turístico está dentro de las 2 zonas) “klippekort” y vale 145 DKK
  • El autobús 11A es el que recorre todos los lugares más visitados por los viajeros porque da toda la vuelta.


Es un país seguro y tranquilo. Te parece raro que de cientos de bicicletas aparcadas en la calle casi ninguna lleva candado.


  • Encuentras wifi gratuito en todos los bares, restaurantes, hoteles, centros culturales … Si viajas sin dispositivo móvil tienes en el hall de la estación central de trenes un local con varias decenas de ordenadores.
  • No puedo aconsejaros sobre museos porque no visité ninguno, lo nuestro ha sido saborear, callejeando, la vida local , del día a día y en invierno.




JORNADA 1 EN COPENHAGEN. STROGET Y ALREDEDORES.



Nyhavn, puerto nuevo

En los años 60, Copenhagen fue incrementando su población y congestionándose cada vez más, y las pequeñas calles no podían con la cantidad de tráfico. La zona se hizo peatonal y fue bautizada como Strøget. Strøget es la calle peatonal más larga del continente, ( 2 km ) y la arteria comercial de la ciudad.


Stroget significa “raya” en danés-, aunque en realidad es la suma de cinco calles- . Se extiende desde las dos plazas más transitadas:
Kongens Nytorv (un buen punto para empezar el recorrido) hasta la otra gran plaza al final de la calle, Radhusplads (Plaza del Ayuntamiento),
Hotel Anglaterre en Kongens Nytorv

Kongens Nytorv, es una plaza, nudo de comunicaciones, en la que se juntan varios edificios interesantes y supone el centro del recorrido turístico de la ciudad. En ella están el Teatro Real, la sede de la Agencia Europea del Medio Ambient, los bonitos edificios del Hotel D´Anglaterre y los almacenes Magasin. (Un Corte Inglés danés). Al lado, el bello canal de Nyhavn). En noviembre y diciembre dos encantadores “mercadillos navideños”.

Iniciamos el recorrido por Stroget, esa bulliciosa calle kilométrica. Encontramos alineadas las tiendas de marcas de diseño “made in Denmark”, las tiendas más exclusivas de la ciudad, los grandes almacenes como “Illum”, las sucursales de cadenas de ropa europeas o pequeñas tiendas con productos asequibles a todos los bolsillos. Entre el cóctel de hermosos escaparates hay bares y restaurantes que ofrecen todo tipo de comidas y bebidas.
A todo esto sumamos la gente que va y viene, los músicos, las estatuas vivientes, los comediantes y otros artistas callejeros que amenizan el paseo.

Y si seguimos sumando tendremos otra ventaja de Stroget y es que se puede combinar fácilmente las compras, ver tiendas, vivir el ambiente más puro danés con la visita a monumentos muy importantes.
Torre Redonda o Rundetarn
A mitad de trayecto por Stroget sale otra calle comercial y peatonal que se dirige hacia el norte y pasa junto a la Rundetarn o Torre Redonda, un bello edificio desde cuya terraza hay una bonita vista de la ciudad. También encontraréis la Vor Frue Kirke, Catedral nacional de Dinamarca,

Antes echad un vistazo a Lego, la tienda insignia de juguetes de construcciones más famosa del mundo. Lego (quiere decir “juega bien” ), invento danés que hace la delicia de grandes y pequeños.
La coqueta plaza Grabrodretow
Si tanto bullicio os agobia, dejarlo atrás es tan fácil como tomar cualquiera de las calles adyacentes, donde se abren nuevas plazoletas adoquinadas, (Nytorv, donde está el Tribunal de la ciudad y Højbro Plads, una de las más bonita ), pequeños comercios con encanto y restaurantes más económicos que sirven platos locales.
Radhuspladsen

Al final de la calle aparece la otra plaza, Rådhuspladsen, el corazón de Copenhagen; con el Ayuntamiento, el Reloj Astronómico de Jens Olsen, el Hotel Palace, la estatua de Hans Christian Andersen, y el Tivoli ( parque de atracciones más visitado por los turistas)


Para nosotros lo mejor de Strøget es su ambiente. Strøget tiene esa vidilla, ese no sé qué que hace que Copenhagen sea una de nuestras capitales europeas favoritas.


Final de una jornada en la ciudad; es un buen momento para reponer fuerzas en cualquier rincón del Tivoli contemplando el tintinear de las miles de lucecitas de sus atracciones. Desde allí tenéis todo tipo de comunicaciones que os acercarán a vuestro alojamiento.






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