dimarts, 24 de setembre del 2019

ZAGREB, CAPITAL DE CROACIA, “HVALA” (Gracias)




Había sido un día de tránsito, duro en kilómetros y mala meteorología. Los quinientos y pico kilómetros que separan Dubrovnik de Zagreb los hicimos casi seguidos, por autopista y bajo una tormenta muy oscura de fuertes lluvias torrenciales.
Quizá por todas estas circunstancias, al llegar cerca de la capital de Croacia,  mi primera impresión fue de zona muy desgastada, con edificios agrietados, malas hierbas entre algunas ruinas… Se podía apreciar aún que Zagreb había padecido una guerra hacía unos años.


Cansados del viaje y  oscurecida la noche, entramos en el primer hotel que encontramos. Hotel tranquilo, rodeado de jardines, poca gente, habitación rococó, buen almuerzo… un “lujo” para nosotros. Fue un extra en  ese viaje.

Al día siguiente el tiempo dio una tregua y amaneció un día hermoso. Nos acercamos al centro en nuestra furgo “W Carmelita”, que siempre está dispuesta a transportarnos.
Nos habían avisado que hay que estar alerta con los tranvías porque las vías sirven también para la circulación de los coches. Algunos cruces son peligrosos. Como la ciudad baja de Zagreb se puede visitar perfectamente a pie, y a la ciudad alta es difícil llegar en coche, lo mejor es aparcar y seguir andando. Fue fácil aparcar

Los tranvias azules de Zagreb


Un poco de historia

Aunque hay huellas de vida prehistórica en torno al río Sava, su nombre  no se menciona en textos escritos, hasta 1094, año de la fundación de la diócesis de Zagreb. Por estas fechas se comenzó a construir su Catedral.
Al principio se trataba de dos poblaciones vecinas: Gradec (hoy ciudad alta) y Kaptol. Estaban separadas por un arroyo, el lugar donde se ubica la actual calle Tkalciceva. Fueron los mongoles (en 1242) quienes las invadieron y, una vez expulsados estos, se crea una especie de ciudad-reino como asentamiento de artesanos y comerciantes.
Durante el s XVII ambas ciudades se unen en una sola. Esta nueva ciudad se llamará Zagreb.
En 1991 se convirtió en la capital de la República independiente de Croacia.

Hay una leyenda que relata que esta región era muy árida y, en una ocasión, el virrey para dar de beber a sus hombres y a los caballos, hundió la espada en la seca tierra. El agua brotó. El virrey gritó a los soldados: “Zagrabite” (Tomad), y a una chica que estaba cerca: “Mando, duso, zagrabi” (Manda, cariño, toma). Así recibió su nombre la ciudad.



¿Que visitamos en la ciudad de Zagreb en dos días? 


Zagreb está dividida en dos grandes zonas. La zona del casco antiguo o Ciudad Alta (Gornij Gtad), que acoge los antiguos barrios de Gradec y Kaptol, situados sobre una colina; y la zona más moderna o Ciudad Baja (Donji Grad) situada sobre una llanura.


Caminando hacia la Ciudad Alta (Gornij Gtad)

Nosotros dimos el pistoletazo de salida a la ruta en la plaza Jelacic (Ban Jelacic Trg), verdadero centro de la ciudad, donde se unen la ciudad antigua y la moderna. Es punto de encuentro para los ciudadanos locales y un constante paso de tranvías como telón de fondo. La plaza está dedicada a Josip Jelacic, ban –héroe croata del s XIX, importante por haber abolido  la servidumbre y convocado las primeras elecciones a Cortes. Su estatua se encuentra en el centro.

Plaza Jelacic

Justo al norte de esta plaza, situado en lo que fue el corazón medieval de Kaptol se encuentra el Mercado Dolac rodeado por un entramado de calles estrechas. Un gran número de sombrillas rojas nos anuncian que ya hemos llegado. El Mercado se abrió en 1930 y nadie pudo pensar entonces que se convertiría en punto de encuentro favorito para los que buscan alimentos frescos de proximidad y ración diaria de comadreo.
A nosotros nos pareció una Croacia en pequeño porque hay quesos y natas frescas de Zagorje, cerezas de los alrededores de Zadar, limones de la isla de Vis…

Mercado Dolac y torres de la Catedral de San Esteban al fondo

Mercado Dolac y Torre de Santa María

Muy cerca del Mercado Dolac esperaba nuestra visita la hermosa Catedral de San Esteban, consagrada a la Virgen de la Asunción, del s XIII. Construida y reconstruida varias veces. Es la construcción de arte-sacro croata más grande. Sus altísimas torres (105 m) son orientación para el viajero porque sobresalen de todos los edificios.

Como curiosidad para los amantes de la historia hay una inscripción en alfabeto glagolítico (que es anterior al cirílico) en la pared norte de la catedral.
Desde este lugar vemos las hermosas torres de la Iglesia de San Francisco y de Santa María

Torre de Iglesia de Santa María

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Callejeando por la calle de Tkalčićeva se llega casi sin querer a la otra calle paralela, la calle Radićeva que es una peatonal de lo más pintoresca, con abundantes bares y restaurantes donde pasar un buen rato. Antaño, esta calle era el arroyo que dividía los dos pueblos viejos, Kaptol y Gradec.

Allí encontramos la  Puerta de Piedra  que es la única que se conserva de las cinco construidas en el s XIII. En 1731 un incendio destruyó totalmente las casas colindantes. Sólo se salvó una pintura de María y el Niño que, con el paso del tiempo, se ha convertido en centro de devoción para los habitantes de Zagreb. Está en una capilla en el interior.

Puerta de Piedra


Caminando más allá de la Puerta de Piedra  por fin apareció  la preciosa Plaza de San Marcos. Tres edificios elegantes e históricos  la rodean: el Edificio del Parlamento, el Palacio del Ban y la Iglesia de San Marcos.
Esta última es del s XIII y reconstruida en el XIX. Fue entonces cuando se cubrió con un tejado de tejas vidriadas de colores llamativos que forman dos escudos representando el reino formado por Croacia, Dalmacia y Eslavonia, y el escudo de la ciudad de Zagreb a la derecha.
También cuenta con otro elemento diferencial y que le da un valor añadido, su Campanario original del s XVII de estilo barroco. Es una obra única, casi como un icono de país.

Iglesia de San Marcos


Luego volvimos a descender hasta la torre de Lotrščak que formaba parte de la fortificación militar de Gradec. Es una de las construcciones mejor conservadas del antiguo sistema de defensa de la ciudad. En su interior se encuentra el cañón de Gric que suena todos los días a las doce en punto.

Hay dos historias detrás:

Una nos dice que tenía un campanario que sonaba por las noches para avisar a los habitantes que las puertas cerraban y que debían regresar. Otra dice que suena el cañón de la torre para celebrar que fue un cañonazo el que salvó a la ciudad del ataque de los Otomanos. Según nos contaron, el disparo original fue a caer justo en el plato del dirigente del ejército otomano, que, aterrado después de ese incidente abortó el ataque a la ciudad.


Desde allí se puede bajar a la parte nueva de la ciudad por el paseo Strossmayer, un bonito camino rodeado de árboles y con puestos de artesanía y pintores que recuerda a Montmartre de París.

A estas alturas de la visita había que descansar no sin antes pasar por los miradores, uno en el paseo de Strossmayer y el otro desde una terraza que hay a la derecha de la Iglesia de Santa Catalina de Alejandría. Allí se puede disfrutar de las vistas de la ciudad desde la parte alta. Fotografía y ¡adiós!
Debajo de la Torre de Lotrscak hay un funicular que  desde 1890, une la Ciudad Alta y la Ciudad Baja. En una pista de 66 m de longitud es el funicular más corto del mundo.

Funicular más corto del mundo

 



A pesar de que no tenía hambre porque sólo quería descansar en sábanas blancas, nos atrevimos con una sopa típica gulash y dos tipos de enrollados, (el strukli y el burek) rellenos de huevo y queso el primero; y con carne y queso fresco el segundo. 



Caminando hacia la Ciudad Baja (Donji Grad)

En el s XIX, cuando el espacio en la zona alta empezó a escasear y la ciudad estaba en pleno apogeo, se decidió construir más allá. La planificación de los espacios se hizo tomando como modelo otras ciudades europeas. Se abrieron grandes avenidas organizadas en cuadrículas y parques que ocupaban manzanas sin casas.
Como siempre ocurre, la gente con mayor fortuna hizo construirse  palacetes y el resto se conformó con casas más sencillas.
Observamos algunas de estas edificaciones restauradas que contrastaban mucho con otras que no han recibido un lavado de cara nunca.


La calle Ilica es una de las calles más largas de la ciudad (5,66 km), es la calle de compras con excelencia, de marcas nacionales e internacionales; algo así como el Paseo de Gracia de Barcelona o Campos Eliseos de París.
Vimos auténticos productos “made in Croatia” como la corbata, la pluma estilográfica, vinos y las galletitas de pimienta, 



En esta Ciudad Baja se encuentran muchos Museos y Galerías de Arte, como el Museo Mimara, la Galería de los Maestros Antiguos, el Museo Arqueológico, el Museo Etnográfico, el Museo de Arte y Artesanía, la Galería de Arte Moderno y el Pabellón de Arte. En definitiva un gran  circuito artístico. Dejamos los museos para otra ocasión.


Para los amantes de visitar tranquilamente jardines, en Zagreb hay ocho parques adyacentes que rodean las principales plazas públicas del distrito bajo y forman una pintoresca ruta a pie por los principales lugares de interés.
Dejamos la capital de Croacia sin poder visitar el Cementerio de Mirogoj que había sido recomendado por otros viajeros.



"Cosicas” sobre Zagred

  • Por encima de la plaza del Virrey Josip Jelacic, en el principio de la calle Ilica está el Rascacielos de la Plaza, que es el primer edificio comercial de este tipo en Croacia. Su piso 16 está abierto al público como mirador
  • La Panadería Mlinar es una franquicia que encontramos no sólo en Croacia, sino en Eslovenia y Bosnia. Venden dulces y salados con mucha calidad y precio bueno.
  • Las terrazas son muy coquetas y están muy bien cuidadas Da igual en que zona nos encontremos, allá donde se mire, se ve algún café o bar para hacer una pausa en ruta
  • Si viajas en pareja y quieres cerrar tu candado del amor, hazlo en la Ciudad Alta al pie de la Torre de Lotrščak.
  • Al romántico ambiente que se vive en la Ciudad Alta al anochecer. Las 214 luces de gas que ya alumbraban hace 150 años, cada día las encienden “faroleros”.
  • El plato emblemático es el “strukli”, adaptable a cualquier situación. Pasta filo preparada añadiendo fruta o verdura a carne asada o huevos, queso o nata: versión salada o dulce. 


¡DOVIDENJA,  ZAGREB,
                                 NOS QUEDAN TANTAS COSAS POR VER…!



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