divendres, 21 de febrer del 2020

EL TERUEL MUDÉJAR







Teruel es una sorpresa para quien la visita por primera vez. Para mi, visitarla, es una rutina más cada vez que voy a Olba a “las viñas”.

Muchos viajeros saben que en Teruel hay una plaza con su insigne “Torico”, un arte Mudéjar y una historia de los eternos Amantes, pero poco más. Cuando se acercan a ella y la visitan, quedan encantados por sus monumentos, su gastronomía y su gente. 

En esta escapada de hoy conoceremos el importante rastro que el Arte Mudéjar ha dejado en toda la ciudad.








Un poco de historia:



¿Quiénes eran los mudéjares?

Los mudéjares eran los musulmanes que se quedaron a vivir en el territorio durante el proceso de avance de los reinos cristianos hacia el sur. Lo que se llamó La Reconquista que se desarrolló a lo largo de la Edad Media en la Península Ibérica. 

Al principio se les dejó practicar su religión, el Islam. También se les permitió utilizar su lengua y mantener sus costumbres. Se organizaban en barrios llamados aljamas o morerías con distintos grados de autogobierno. 


La gran mayoría se dedicaba a la agricultura de regadío y eran de condición humilde. Los que no trabajaban en la tierra lo hacían con las manos, eran artesanos muy especializados en albañilería y oficios textiles. 

Con el tiempo la convivencia y tolerancia entre ambas comunidades se fue endureciendo y, de muchos lugares fueron expulsados o claudicaron en diferentes revueltas. 

Lo que sí dejaron fue su huella en el territorio, pasando a la Historia bajo la denominación de “Arte Mudéjar”. 




¿A qué llamamos Estilo Mudéjar ?

Hay que decir que fue un fenómeno exclusivamente hispánico dado en los siglos XII y XVI, como mezcla de las corrientes artísticas cristianas (románicas y góticas) y musulmanas de la época y que sirvió de eslabón entre el arte cristiano y el islámico. O sea, se trata de un arte de síntesis en el que hay influencias cristianas con las islámicas porque es el momento histórico en el que conviven las poblaciones de diferentes culturas y esto se puede apreciar en el arte de todos ellos. 

En las construcciones mudéjares hay elementos como el arco de medio punto o el ojival propios de la cultura cristiana junto con el uso de filigranas decorativas a base del ladrillo (material de construcción mudéjar por excelencia) y motivos de cerámica vidriada. Todo ello, junto con la utilización de la madera en las techumbres, son los componentes más representativos de la arquitectura musulmana. 




¿Por qué tanta huella en Aragón ?

Porque en el antiguo reino de Aragón se dio la mayor coyuntura social y económica tras la toma de Valencia y eso favoreció con fuerza el llamado “Arte Mudéjar” 

Durante todo el medioevo la población mudéjar que habitaba el territorio aragonés llegó a alcanzar el 12% de la población total. Esto era una importante presencia. 

La ciudad de Teruel tiene cuatro de las iglesias más características de este estilo, incluyendo su catedral. Estas características las vemos en sus respectivas torres. 





¿Por dónde empezamos ?

Nuestra ruta puede empezar en el centro del casco histórico visitando la Catedral de Santa María, el monumento mudéjar más significativo de la ciudad. 


La Catedral tiene tres naves y se empezó a construir en el siglo XII sobre una antigua iglesia románica dedicada a Santa María de Mediavilla, experimentando después muchas transformaciones. 


Un pequeño comentario:

Llegas a la puerta y el consabido cartel : No fume, no fotografía, no vídeo, no grabe sonidos, el móvil, absténgase de comer, de beber y de llevar animales de compañía ...¿De verdad hay gente tan irrespetuosa que pueda hacer alguna cosa de esas prohibiciones?


Entramos y nos esperaba, majestuosa, la joya más preciada, la Techumbre mudéjar que está considerada la “Capilla Sixtina” del arte mudéjar. 

Es una obra extraordinaria por su valor histórico y documental porque su decoración pictórica permite que conozcamos la sociedad aragonesa medieval. Hay un balcón alrededor que deja contemplarla con detalle. En realidad no es un techo decorativo pegado al verdadero techo, sino el armazón sobre el que se asienta el tejado. 

Dicen que es una obra de arte única en el mundo. ¡Lástima no poder hacer fotografías! 

Salimos al exterior para fotografiar su Torre-Campanario, la más antigua de las torres mudéjares de la ciudad (1257). Es hermosa de verdad. En ella combinan la piedra, el ladrillo y la cerámica vidriada que producen un fantástico efecto visual. 







La Torre de la Iglesia de San Pedro del siglo XIII, es la más antigua de las torres mudéjares de Teruel. Está situada en el barrio de la antigua judería y, actualmente, pertenece al conjunto de los Amantes porque contigua a la iglesia se encuentra la capilla donde se exponen las tumbas de Isabel de Segura y Diego Garcés de Marcilla. 

En 2005 se construyó un nuevo edificio que además de contener los restos de los Amantes bajo las esculturas de alabastro de Juan de Ávalos, es también un centro de interpretación e información sobre los documentos que hablan de su historia. 

Más tarde se abrió al público el claustro después de una reforma integral. 

El objetivo es mejorar y poner en valor el patrimonio cultural de la ciudad. Año tras año, visita tras visita, he sido testigo de estas nuevas iniciativas que están haciendo de Teruel una pequeña ciudad coqueta.




Finalmente tenemos las torres de San Martín y San Salvador, conocidas por la leyenda que esconden tras de sí, la historia de Omar, Abdalá y Zoraida.


La Torre de San Martín está adosada a la Iglesia de San Martín construida en el XVIII y que sustituyó a la anterior mudéjar. A los pies de esta torre discurre la Cuesta de la Andaquilla, testigo de una de las escenas de la historia de los Amantes. 

La Torre de El Salvador es la última que nos falta. La encontramos subiendo por la calle Nueva y girando en la esquina a la izquierda. Es como un minarete de mezquita que sale de los otros tejados de alrededor más bajos. Pero, en realidad, forma parte parte de la Iglesia de El Salvador. Lo curioso es que de las torres de estilo mudéjar que hay en la ciudad ninguna fue minarete como tal porque pertenecen a la época en la que ya reinaban los cristianos tras la Reconquista, pero conservando influencias musulmanas. 


Hoy en día la torre del Salvador es un centro de interpretación del arte mudéjar y se puede acceder hasta su parte superior. Es una de las visitas más interesantes de la ciudad. Allí, desde lo alto y rodeado de campanas, se puede ver todo Teruel. 

La importancia de estos monumentos se puso de manifiesto con la declaración de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986.







¿Dónde terminamos?


Terminamos con el arte mudéjar de la ciudad de Teruel visitando la Escalinata del Paseo del Óvalo

Esta escalinata comunica el Casco Histórico de la ciudad con la estación de Ferrocarril. Su recorrido salva los 26 metros de altura y se estructura en tres partes. 

La primera parte arranca des de la estación atravesando unos jardines y se llega a una plaza. La segunda parte se forma por siete tramos que finalmente acabarán en una especie de plaza mirador con una fuente y un relieve dedicado a los amantes de Teruel. Finalmente el tercer y último tramo divide en dos escaleras que terminan en el Paseo del Óvalo rematadas por dos torreones. Es en definitiva una obra de arte neomudéjar.






¿Y la leyenda de Omar, Abdalá y Zoraida? 


Las torres de San Martín y San Salvador esconden una historia de amor que se ha convertido en una leyenda. Esta historia nos remonta al siglo XIII y comienza con la amistad de dos jóvenes, Omar y Abdalá. Un día que paseaban juntos, vieron a una joven asomada en una ventana, se trataba de Zoraida. Al verla, ambos se quedaron fascinados por ella. La amistad que se tenían se transformó en rivalidad y competición por el amor de la joven. El padre de la misma les prometió la mano a aquel de los dos que construyera antes una torre. 

Ambos comenzaron a construir su propia torre a todo correr, cubriendo la obra con el fin de que el otro no pudiera espiarle. El trabajo fue agotador llegando a hacer los obreros turnos de noche para no perder ni un instante de tiempo. Finalmente, fue Omar quien terminó primero su torre (San Martín) y avisó al padre de Zoraida. Pero cuál fue su sorpresa cuando el día en que descubrió la torre para mostrarla al padre de la joven se dio cuenta de que estaba ligeramente inclinada. 

El error cometido por el joven Omar le provocó una angustia tan grande que lleno de rabia, ira y dolor se subió a lo más alto de su torre y sin pensarlo dos veces saltó al vacío acabando así con su vida. Unas semanas más tarde, Abdalá por fin terminó su torre (San Salvador) y rápidamente la mostró al padre de Zoraida y al resto de habitantes de la ciudad de Teruel. La torre era muy hermosa y perfectamente recta, aunque resultó muy sorprendente que tenía un notable parecido con la torre de su rival, Omar. 


Finalmente, pese a haber terminado de construir su torre en segundo lugar, Abdalá se casó con la joven Zoraida y, pese a que la leyenda no cuenta nada sobre si fueron realmente felices o si vivieron amargados por la tragedia del recuerdo del desdichado Omar, lo que si que nos ha dejado son las dos magníficas torres. 

POTSER ET POT INTERESAR