La zona que se conoce como La Sonsierra limitada por la Sierra de Toloño y el río Ebro, es un enclave histórico y geográfico de La Rioja Alta con rincones muy bonitos.
Uno de estos rincones es San Vicente de la Sonsierra que es el único pueblo que lleva el apellido de la zona.
Habíamos visitado Briones y pernoctábamos allí. San Vicente queda muy cercano (a 4 kms), y por recomendación de nuestra amiga Gema decidimos dedicarle toda una tarde.
De entre todos sus monumentos el primero que invita a entrar es el puente medieval que fue construido de manera estratégica para resguardar el paso del Ebro entre la frontera entre los reinos de Navarra y de Castilla.
Puente medieval sobre el Ebro |
Puente medieval sobre el Ebro |
Hay que acercarse al puente para hacer las fotos desde un lateral y si además lo admiras junto al castillo de fondo, las imágenes quedarán mejor.
Ermita de San Roque (delante es buen sitio para aparcar) |
Ermita de San Roque |
Para conocer toda la villa por cuenta propia se ha creado una ruta QR para móvil con textos leídos en castellano e inglés.
Esta ruta arranca en los soportales del Ayuntamiento, dentro de la Plaza Mayor, desciende por la calle Mayor hacia Carnicerías y pasa a la antigua fortaleza a través de la Puerta de la Primicia.
Estos QR se encuentran en carteles marrones que informan sobre arte y patrimonio; si los carteles son granates los datos van de paisaje y vino.
No utilizamos la guía de los códigos, porque teníamos poquito tiempo y vamos lentos.
En la Plaza Mayor de forma casi cuadrada, encontramos, como no, el edificio del Ayuntamiento construido en el s. XVIII que descansa en unos soportales de piedra. A su izquierda el Palacio de Los Gil Aguiriano (s.XVIII) y en el centro una fuente con unos cisnes muy feos.
Se puede aparcar al lado de la Plaza Mayor delante de la Ermita de San Roque y al lado de la Oficina de Turismo.
Ayuntamiento |
Plaza Mayor |
Hay que decir que el acceso a la zona histórica en coche está complicado porque la ruta transcurre por calles muy estrechas.
Subida al Castillo |
Subida al Castillo |
Con la subida al Castillo ocurre lo mismo, pero merece la pena llegar hasta el mirador andando porque contemplas toda la vega del Ebro, campos interminables de viñedos, pueblos en lo alto de colinas con sus campanarios asomando al cielo.
Vega del río Ebro |
Iglesia parroquial de Santa María |
Antes de llegar al Castillo se pasa por la iglesia parroquial de Santa María.
Fue construida en el siglo XVI, (de estilo gótico) en lo que anteriormente era el patio de armas del castillo y forma parte del recinto amurallado de la villa.
Castillo de San Vicente |
Luego está el Castillo de San Vicente que pertenecía al reino de Navarra y se dice que mantenía distancia con el Castillo de Davalillo, que pertenecía a Castilla y que se alzaba frente a él al otro lado del río. En el recinto superior encontramos dos torres.
Por un lado, la Torre del Reloj, que data del siglo XVII y que debe su nombre a la instalación de un reloj enorme con una campana que permitía la comunicación con todos los habitantes.
Por otro lado, la Torre Mayor, que se concibió como una torre vigía y que actualmente es uno de los mejores miradores de la villa.
Durante el descenso nos acercamos hasta el barrio de las antiguas bodegas, en las laderas del cerro del castillo.
Es un lugar repleto de cuevas aireadas gracias a chimeneas de curioso nombre, las tuferas, pues desalojaban los gases tóxicos de la fermentación.
Al terminar la agradable visita pensé cómo sería en época de vendimia cuando el ambiente se llena del aroma a mosto recién prensado y a vino en plena fermentación.