dimarts, 27 de febrer del 2018

LUGARES BONITOS DE GALIZIA: PONTEVEDRA


Santiago de Compostela se lleva toda la fama y por eso Pontevedra juega con el factor sorpresa para el visitante. Su casco antiguo es reducido, todo peatonal, acicalado, y nos produjo la sensación de dar un gran paso en el tiempo.
Esta ciudad es una sucesión de calles con soportales que enlazan con preciosas plazas con encanto, flanqueadas por casas con blasones, pazos, palacios, iglesias, fuentes y cruceiros.


Nos dijeron que esta ciudad de origen romano (Pontus veteris), fue fundada por Teucro, uno de los héroes de la guerra de Troya y que creó un asentamiento con el nombre de Helenes.
En Pontevedra mandan los peatones que disponen de sus calles medievales para pasear a su gusto. Nos dimos cuenta enseguida que los niños invaden las plazas con sus juegos mientras que las terrazas de los numerosos bares decoran las bóvedas con  tablas donde no faltan las tentaciones de unas buenas tapas.



Del cuaderno de viaje de Elvireta:

"Pontevedra es amiga de los peatones, así lo comprobamos. Un señor se acercó:
-" Buscan algo? Puedo ayudar? "-
Fue nuestro mejor guía. Otra de las alegrías del Camino de Santiago.
Nos explicó que hay un refrán que dice: "Cuando Vigo trabaja, Santiago habla, Pontevedra duerme y A Coruña se divierte". En dos minutos nos lo rebatió con una larga lista de actividades que se suceden a lo largo del año que indican que de dormir nada ... quizás sólo cuando la fiesta termina.


Enseguida pudimos tomar de su mano el pulso en el centro histórico que hay que andar sin prisas para poder disfrutar de sus encantos.
El paisano amable nos acompañó por una ruta de plaza en plaza. Muchas de ellas fueron bautizadas según la actividad que se hiciera, la de la Leña, la de la Verdura, la de la Herrería.
Cruceros de piedra, balcones y porches, pazos con linaje y cultura y siempre con la constante de las terrazas que parecen salones al aire libre.



Paramos en la Iglesia de la Virgen Peregrina, junto a la Porta do Camiño, con planta en forma de vieira. No vamos a hablaros de siglos ni estilos, pero sí de la emoción que supone ver la imagen de la Virgen sencilla, vestida de romera. Esto demuestra que la locura de hacer el Camino no es una moda pasajera, sino que miles de huellas han forjado la cordura de todo lo que supone hacer este camino.


Nuestra ruta terminó con un fuerte apretón de manos y nuestro agradecimiento a este gallego abierto, entendido, simpático que rezuma por todas partes el amor por su ciudad.
Pernoctamos en el Parador "Casa del Barón" y por una noche, también nos sentimos barones entre aquellas bellas piedras milenarias "



Y llegó mi "caballero andante" y llegó también nuestro paseo por el corazón viejo de "boa villa"


Paseando por estas rúas de granito verdoso  se puede sentir la vieja canción de las fuentes:
( "Pontevedra é boa villa, / a de beber a quen pasa / a Fonte da Ferrería ")
y fotografiar las casas nobles que alternan con tabernas con  olor a vino y chocos fritos que alimenta.
Al volver nos esperaba la bonita escalinata de piedra labrada de "Casa del Barón", anunciando que esa noche sí dormiríamos con garantía de descanso.


Se estaba tan a gusto que costó seguir esta ruta.
Cruzar el puente de Burgo es la mejor manera de salir, sobre todo si estás haciendo el Camino. Además de ser la ruta más natural, es una imagen inevitable en este viaje.


El puente es precioso y es una de las estampas que uno guarda para siempre.




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