dimecres, 26 de setembre del 2018

GIJÓN, CAPITAL DE LA COSTA VERDE, VISITA DE UN DÍA




Aprovechando la escapada de unos días a Oviedo decidimos acercarnos a la ciudad de Gijón por aquello que es la capital marítima del Principado, la ciudad de los parques, de personajes históricos como Don Pelayo o Jovellanos y porque nos gusta conocer lugares nuevos.
La distancia de 32 kilómetros que separa las dos ciudades la recorrimos en autobús regular de la empresa ALSA (4.90 euros, ida y vuelta) porque ofrece la comodidad de tener la estación en el centro y no has de conducir ni pasar dificultades para aparcar.





¿ Qué nos dice su pasado histórico ?


Sus más de 2.500 años de historia hacen que sea la ciudad más antigua del norte de España. Contactos entre romanos y astures, población autóctona que ya habitaba la región, dio lugar a antiguos asentamientos. Encontramos termas, muralla, aljibes, canalizaciones y una fábrica de salazones; todo ello de la presencia romana. Su situación costera la convirtió en lugar de comercio, tanto por vía marítima como por vía terrestre.
Más tarde, en la Baja Edad Media, quedó toda destruida por culpa de las luchas entre miembros de los Trastámara.
Y será a partir del siglo XVIII con Melchor de Jovellanos, personaje vinculado al mundo de la Ilustración, cuando se pusieron las bases para el crecimiento industrial y el desarrollo de lo que es la ciudad en la actualidad.
Si se está interesado en conocer los orígenes de la ciudad se puede visitar el Parque Arqueológico de la Campa Torres muy cerca de la ciudad.

https://museos.gijon.es/page/4975-parque-arqueologico-natural-de-la-campa-torres





¿ Qué ver en una visita rápida de un día ?

  • El puerto deportivo y las playas urbanas
  • El barrio de Cimadevilla.
  • La plaza Mayor
  • Las termas y ruinas romanas
  • La escultura de Chillida: “Elogio del horizonte”




Esta visita viene rodada y es perfecta porque casi todo está concentrado en torno al barrio de Cimadevilla y va de camino desde la salida de la estación del bus.
El primer monumento que te encuentras es la Iglesia de San José con sus dos torres y una cúpula; pero lo que te llama más la atención es el horroroso edificio construido detrás; éste te servirá a la vuelta para situar la estación de autobús si no recuerdas el camino.

Iglesia de San José y el edificio horroroso detrás que sirve de referencia para regresar a la estación


Caminando, enseguida notas ese olor a mar mezcla de sal y combustible de barco, luego oyes el graznido de las gaviotas y de los cuervos marinos, el Cantábrico está cerca.


Un cartel de GIJÓN te recibe con las letras abiertas, nunca mejor dicho. A la izquierda las dársenas del puerto y el puerto deportivo.










El barrio de Cimadevilla es un barrio alto situado en una península dentro de la ciudad en cuyos extremos se encuentra la playa de San Lorenzo y el puerto deportivo. Fue barrio tradicional de pescadores en el que se edificaron también residencias señoriales en los siglos XVI y XVII, de las que apenas quedan huellas.



Plaza del Marqués y estatua de Don Pelayo

El primer contacto con este barrio se da en la plaza del Marqués con la estatua de Don Pelayo en el centro, que mira hacia la dársena vieja. Enfrente un hermoso edificio: el Palacio de Revillagigedo, del siglo XVIII, muy restaurado, mezcla de elementos góticos, renacentistas y barrocos. Creo que actualmente es un Centro Internacional del Arte. No le presté mucha atención porque jarreaba agua sin parar y el viento se llevaba el paraguas.

Palacio de Revillagigedo


La Plaza Mayor

Se cruza por debajo de un arco y se llega a uno de los rincones más entrañables de Gijón: la Plaza Mayor. Es una plaza porticada homogénea, construida sólo en tres lados. En el cuarto lado está el Ayuntamiento. El tono rojo de los tres lados de la plaza contrasta con las paredes claras de la fachada del ayuntamiento. Esta plaza también acoge las más famosas sidrerías de la ciudad.


Es hora de una cita obligada para tomar un buen culín de sidra y unas tapas para continuar la visita y descansar de tanta lluvia, viento y frío. Lugar escogido: la sidrería La Galana.



Todo el barrio está salpicado por entrañables plazas que son punto de encuentro de los gijonenses. Vimos la antigua Fábrica de Tabacos que fue convento de monjas hasta su desamortización, la Casa Museo de Jovellanos, la Capilla de los Remedios que conserva la tumba de Jovellanos; la Casa de los Nava, la Capilla de la Soledad y la Iglesia de San Pedro.

La Iglesia de San Pedro

No hay que perderse la subida al Cerro de Santa Catalina para contemplar el Elogio del Horizonte, escultura de Eduardo Chillida, una de sus mejores obras según él. Este símbolo de la ciudad, esculpida en 1990, crea en su interior un curioso efecto de caracola al escucharse el sonido de las olas. No pudimos verla por culpa del mal tiempo.


 Elogio del Horizonte, escultura de Eduardo Chillida (Foto de Ramón Durán)

Camino de vuelta al autobús que nos conduciría a Oviedo aún tuvimos tiempo de fotografiar las arenas de la playa de San Lorenzo que estaba casi vacía; sólo algún surfista que aprovechaba el viento buscando la ola.

Playa de San Lorenzo


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