dilluns, 18 de març del 2019

SEVILLA. BARRIO DEL ARENAL





El Arenal es el barrio torero por excelencia. Junto a los toros el otro amor del barrio es la devoción religiosa, las hermandades y cofradías de la Semana Santa.
Cuando piensas en Sevilla te vienen a la cabeza sus tradiciones  siempre llenas de una buena dosis de casticismo por todo lo que la envuelve. Donde más se respira esta atmósfera quizá sea aquí, en el Barrio del Arenal, con la plaza de toros de La Maestranza y el ambiente taurino que llena bares y tiendas.
Este barrio ha inspirado a cientos de escritores durante el Siglo de Oro, como a Cervantes, Quevedo y Lope de Vega y ha sido testigo del gran cambio que ha vivido la ciudad.


¿Qué nos dice su pasado histórico? 

Desde la época romana Sevilla tenía algunas zonas amuralladas, pero fue en la época almohade, después de la invasión de los vikingos en el año 844, cuando los musulmanes de Abderramán II decidieron que había que poner muralla a la ciudad para evitar nuevas invasiones.
Así quedó una franja de tierra junto al Guadalquivir donde irá creciendo un nuevo mundo marinero.
En el siglo XIII se construyó en ese lugar la Torre del Oro, la Torre de la Plata y la torre Abd el Aziz para evitar invasiones desde el río.
Será en tiempos de Fernando III el Santo, tras la reconquista de la ciudad, cuando se cree en esta zona la principal actividad de la futura Sevilla: construcción de barcos y tráfico de mercancías. 
El Arenal poco a poco coge aire marinero y sus habitantes serán gentes relacionadas con oficios vinculados a la navegación. Toda la estructura de sus calles  y sus casas estarán centradas en torno a las Reales Atarazanas.                                                      
Y será  durante el siglo XVI y XVII cuando llega a ser una de las zonas portuarias más representativas del mundo, un centro de confluencia mundial y acceso de las riquezas que entraban por el Guadalquivir. El descubrimiento de América y el comercio con Indias convirtieron esta zona sevillana en un foco de gran actividad comercial.
Con el paso del tiempo el puerto de Sevilla fue perdiendo importancia. En el siglo XIX desapareció la muralla y se urbanizó el Paseo Colón.
Hoy día sigue siendo un lugar de gran actividad y punto de reunión de los sevillanos, sobre todo en torno al mundo del toreo, el teatro, la ópera y las cofradías.


La Plaza de Toros de la Real Maestranza 

La Plaza de Toros de la Real Maestranza 

              El río Guadalquivir y el Palacio de San Telmo al fondo



¿Qué ver en el Arenal?


Aunque a nosotros no nos gustan los toros, no nos privamos de pasear por esta zona, que parte de la Plaza del Cabildo y llega hasta orillas del Guadalquivir, desde el muelle de la Sal hasta la Torre del Oro.
Reconozco que también me atraía la atención al pasear por este barrio  pasar por la calle Arfe y curiosear por los pequeños comercios locales que tanto me gustan porque había escuchado que era un buen lugar para verlos. Curioseamos por El Postigo que es un lugar de exposición y venta de artesanos de cerámica, bisutería y marroquinería principalmente (precios asequibles y piezas hermosas muy alejadas de los típicos recuerdos turísticos que hay en la mayoría de tiendas del centro histórico)
Es en esta misma calle Arfe donde hay más bares y movida juvenil del barrio.



Para comer escogimos una de las Bodeguillas de Antonio Romero con un buen menú y guiso del día, como dicen ellos a los platos de cuchara. Nos apetecía después de tanta tapa y montaditos.



Bajamos por calle Dos de Mayo hacia el Paseo de Colón pasando por la antigua Atarazana Real y por el actual Teatro de la Maestranza.
El Paseo Colón separa el barrio del río Guadalquivir. En él se encuentra la Plaza de Toros de la Maestranza y  la Torre del Oro.



                                Orillas del río Guadalquivir

El Paseo Colón


La Plaza de Toros de la Real Maestranza es una de las más conocidas del mundo porque  por ella han pasado las grandes figuras del arte de la tauromaquia. Es considerada como una de las catedrales del toreo. Edificada en 1758 por el maestro arquitecto Vicente San Martín,  se tardó en construir cerca de 10 años.
Esta plaza se caracteriza por no ser circular sino oval debido a errores en su construcción. Posteriormente, en el siglo XIX y XX, ha sufrido mejoras. Todos los años, antes del inicio de la temporada y del toque de clarines, es pintada con los mismos colores tradicionales.


La Torre del Oro

La Torre del Oro

Cruzando hacia el Paseo de Colón, en la otra acera, divisamos las aguas tranquilas del río Guadalquivir y el Barrio de Triana a lo lejos. En esta orilla encontramos la Torre del Oro.
La Torre del Oro es una torre almohade que cerraba el paso al Arenal mediante un tramo de muralla, que la unía con la Torre de la Plata, formando parte de las murallas de Sevilla que defendían el Alcázar. Se utilizó como una capilla y posteriormente como prisión, actualmente alberga el Museo Naval de Sevilla. Es falsa la  leyenda de que fuera un almacén del oro y la plata de América. Se llamó Torre del Oro desde la época almohade por el brillo que era producto del mortero de cal y paja, y su reflejo en el río.
Desde este lugar se ven unas hermosas vistas de Triana y los puentes. Todo es una zona de paseo con veladores, kioscos, glorietas y la parada de los barcos que hacen la ruta del río.
Terminamos de pasar la tarde haciendo el recorrido, de una hora de duración, por la dársena del río.

El Arenal es, sin lugar a dudas, uno de los barrios sevillanos con más solera y tradición. Sus calles están llenas de arte y vida.



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