El Arenal es el barrio torero por excelencia.
Junto a los toros el otro amor del barrio es la devoción religiosa, las
hermandades y cofradías de la Semana Santa.
Cuando piensas en Sevilla te vienen a la cabeza
sus tradiciones siempre llenas de una
buena dosis de casticismo por todo lo que la envuelve. Donde más se respira
esta atmósfera quizá sea aquí, en el Barrio
del Arenal, con la plaza de toros de La Maestranza y el ambiente taurino
que llena bares y tiendas.
Este barrio ha inspirado a cientos de
escritores durante el Siglo de Oro, como a Cervantes, Quevedo y Lope de Vega y
ha sido testigo del gran cambio que ha vivido la ciudad.
¿Qué nos dice su pasado histórico?
Desde la época romana Sevilla tenía algunas
zonas amuralladas, pero fue en la época almohade, después de la invasión de los
vikingos en el año 844, cuando los musulmanes de Abderramán II decidieron que
había que poner muralla a la ciudad para evitar nuevas invasiones.
Así quedó una franja de tierra junto al
Guadalquivir donde irá creciendo un nuevo mundo marinero.
En el siglo XIII se construyó en ese lugar la
Torre del Oro, la Torre de la Plata y la torre Abd el Aziz para evitar
invasiones desde el río.
Será en tiempos de Fernando III el Santo, tras
la reconquista de la ciudad, cuando se cree en esta zona la principal actividad
de la futura Sevilla: construcción de barcos y tráfico de mercancías.
El Arenal poco a poco coge aire marinero y sus
habitantes serán gentes relacionadas con oficios vinculados a la navegación.
Toda la estructura de sus calles y sus
casas estarán centradas en torno a las Reales Atarazanas.
Y será durante el siglo XVI y XVII cuando llega a ser
una de las zonas portuarias más representativas del mundo, un centro de
confluencia mundial y acceso de las riquezas que entraban por el Guadalquivir.
El descubrimiento de América y el comercio con Indias convirtieron esta zona
sevillana en un foco de gran actividad comercial.
Con el paso del tiempo el puerto de Sevilla fue
perdiendo importancia. En el siglo XIX desapareció la muralla y se urbanizó el
Paseo Colón.
Hoy día sigue siendo un lugar de gran actividad
y punto de reunión de los sevillanos, sobre todo en torno al mundo del toreo,
el teatro, la ópera y las cofradías.
La Plaza de Toros de la Real Maestranza |
La Plaza de Toros de la Real Maestranza |
El río Guadalquivir y el Palacio de San Telmo al fondo |
¿Qué ver en el Arenal?
Aunque a nosotros no nos gustan los toros, no nos privamos de
pasear por esta zona, que parte de la Plaza del Cabildo y llega hasta orillas
del Guadalquivir, desde el muelle de la Sal hasta la Torre del Oro.
Reconozco que también me atraía la atención al pasear por
este barrio pasar por la calle Arfe y curiosear por los pequeños
comercios locales que tanto me gustan porque había escuchado que era un buen
lugar para verlos. Curioseamos por El Postigo que es un lugar de exposición y venta
de artesanos de cerámica, bisutería y marroquinería principalmente (precios
asequibles y piezas hermosas muy alejadas de los típicos recuerdos turísticos
que hay en la mayoría de tiendas del centro histórico)
Es en esta misma calle Arfe donde hay más bares y movida
juvenil del barrio.
Para
comer escogimos una de las Bodeguillas de Antonio Romero con un buen menú y
guiso del día, como dicen ellos a los platos de cuchara. Nos apetecía después
de tanta tapa y montaditos.
Bajamos por calle Dos de Mayo hacia el Paseo de Colón pasando
por la antigua Atarazana Real y por
el actual Teatro de la Maestranza.
El Paseo Colón separa el barrio del río Guadalquivir. En él se encuentra la Plaza de Toros de la
Maestranza y la Torre del Oro.
Orillas del río Guadalquivir |
El Paseo Colón |
La Plaza de Toros de la Real
Maestranza es una de
las más conocidas del mundo porque por
ella han pasado las grandes figuras del arte de la tauromaquia. Es considerada
como una de las catedrales del toreo. Edificada en 1758 por el maestro
arquitecto Vicente San Martín, se tardó
en construir cerca de 10 años.
Esta plaza se caracteriza por no ser circular sino oval
debido a errores en su construcción. Posteriormente, en
el siglo XIX y XX, ha sufrido mejoras. Todos los años, antes del inicio de
la temporada y del toque de clarines, es pintada con los mismos colores tradicionales.
La Torre del Oro |
La Torre del Oro |
Cruzando hacia el Paseo de Colón, en la otra acera, divisamos
las aguas tranquilas del río Guadalquivir y el Barrio de Triana a lo lejos. En
esta orilla encontramos la Torre del Oro.
La Torre del Oro es una torre almohade que cerraba
el paso al Arenal mediante un tramo de muralla, que la unía con la Torre de la
Plata, formando parte de las murallas de Sevilla que defendían el Alcázar. Se
utilizó como una capilla y posteriormente como prisión, actualmente alberga el
Museo Naval de Sevilla. Es falsa la leyenda de que fuera un almacén
del oro y la plata de América. Se llamó Torre del Oro desde la época almohade
por el brillo que era producto del mortero de cal y paja, y su reflejo en el
río.
Desde este lugar se ven unas hermosas vistas de Triana y los
puentes. Todo es una zona de paseo con veladores, kioscos, glorietas y la
parada de los barcos que hacen la ruta del río.
Terminamos de pasar la tarde haciendo el recorrido, de una
hora de duración, por la dársena del río.