Santa Cruz es un barrio
con un encanto especial, un lugar mágico para perderse entre su historia, su
arte, sus rincones, sus leyendas y tradiciones. Paseando tranquilamente se
disfruta de los colores, de la gente, de la temperatura… un paseo que contagia
vida. Te vas a encontrar una red de pequeñas y recatadas plazas, callejuelas y
pasajes chicos, en fin, un lugar donde desconectar.
Actualmente casi todos los
establecimientos están pensados para el turista, casas transformadas en
coquetos hoteles-boutiques, tiendas de souvenirs de todas clases y bares,
tascas y restaurantes con terrazas en el exterior. A pesar de eso todavía queda
espacio para lo auténtico.
¿Qué
nos dice su pasado histórico?
Hay indicios que muestran que los orígenes
históricos del Barrio de Santa Cruz son de la época romana,
cuando Sevilla tenía la denominación de Hispalis y que el actual barrio eran
los límites de la ciudad amurallada.
Una muestra de ello se puede ver ahora en la calle
Mármoles donde aún se conservan tres columnas romanas de un antiguo templo del
siglo I. Nos contaron que en la Edad Media eran seis las columnas conservadas
en este lugar, pero el rey Pedro I (s XIV) quiso trasladar una y se rompió en
pedazos. Posteriormente, dos de ellas se llevaron a la Alameda de Hércules.
En el siglo XI los musulmanes levantaron un palacio
con altas torres, y sobre otro posterior los cristianos hicieron la
remodelación cuyo resultado es el actual Real Alcázar.
Tras la reconquista de la ciudad en 1248 por
Fernando III, los judíos se instalaron en este barrio y algunas de las antiguas
mezquitas se convirtieron en sinagogas. En esta Judería se concentró una
importantísima comunidad judía de la península, segunda tras la de Toledo.
Más tarde (1483) los judíos fueron expulsados por
los Reyes Católicos por motivos religiosos. A pesar de su expulsión en estos
dos barrios se mantuvo alguna población judía y musulmana.
Hasta finales del siglo XIX, fue un barrio cerrado, estrecho y foco de
enfermedades, al que se le buscaba alguna solución. Esta solución llegó con el
“renacer” de la ciudad con la preparación de la Exposición
Iberoamericana de 1929 . Se reurbanizó, siendo su estado actual el
resultado de esas actuaciones.
El origen del nombre del barrio se encuentra en la
parroquia de la Santa Cruz que fue derribada en el siglo XIV y cuyo terreno fue
usado para construir la actual plaza Santa Cruz.
¿Qué
ver en Barrio de Santa Cruz?
Aire, Vida, Gloria, Agua…,
son algunos de los sugestivos y “esenciales” nombres de las calles de este
barrio. También tiene la calle de Los Besos considerada la más estrecha de la
ciudad, ¿por qué será? Y como un
atractivo más, para mí, la Plaza de Doña Elvira.
Una de las calles principales
de Santa Cruz es Mateos Gago que va
a morir –o que nace, dependiendo del sentido- a los pies de la Giralda. En esta
concurrida calle se encuentran bares llenos de clientes que, de pie y en la
misma acera, toman tapas,
boquerones fritos y papas aliñás mientras
beben cerveza o el típico vino de naranja, ideal para el tapeo. La taberna de
Santa Cruz fue el primer lugar que conocí porque el taxi nos dejó allí ya que el barrio es peatonal y la mayoría de calles
muy estrechas para que pase un coche.
Una vez dentro del
laberinto de calles, buscamos nuestro hotel-boutique que estaba cerca, entre la
plaza de Doña Elvira y la plaza de Los Venerables. Las zonas de tapeo se localizan en torno a estas
plazas y en los alrededores de la puerta de la Carne, junto a los Jardines de
Murillo que cierran el barrio por la parte sur.
Cada noche nos tomábamos
un descanso muy agradable en alguna de las terrazas de los bares de estas
plazas.
Y cada mañana partíamos
por una callejuela diferente para ir descubriendo todos los rincones que nos
ofrece este lugar prescindiendo de las pautas de las guías.
Nuestras
imágenes, el mejor “souvenir”
La herencia árabe y judía permanece en los patios que son espacios de frescor que fueron decorados con fuentes a partir del s XVI
Rincón encantador y sencillo : la plaza de las Tres Cruces |
Plaza de Los Venerables |
Típico bar sevillano, abarrotado de turistas con cuadros de las ferias de abril (abre sólo tarde-noche) |
Plaza de Los Refinadores donde ejercían su oficio los refinadores de cuero |
Elvireta feliz en la calle Gloria que une la plaza los Venerables con la plaza Doña Elvira |
Antiguo rótulo de la calle Cruces |
La preciosa plaza de Doña Elvira rodeada de naranjos y bancos de azulejos |
La calle Agua circula pegada a la muralla de la ciudad. Este tramo de muralla lleva dos tubos que conducían el agua para el barrio. |
Jardines de Murillo que rodean la muralla del Alcázar y cierran el barrio. |
Árboles ficus gigantes |
Saludos viajeros para todos y todas |