El río Isle y la Catedral al fondo |
Los últimos tres días recorriendo esta parte de Aquitania los pasamos en la capital de Périgord, Perigueux. De ese modo hacíamos una incursión al Périgord Blanco.
El Périgord blanco saca su nombre de los suelos cretáceos que dan ese color blanco a la piedra local. Tiene también valles verdes como el del tranquilo río Isle y el del turbulento Auvézère que son ríos pesqueros.
En el centro se encuentra Perigueux, capital del departamento. Esta ciudad está declarada “Ville d'art et d'histoire” y en ella las ruinas galorromanas de la antigua Vésunna conviven con estrechas calles que tienen fachadas renacentistas.Es una ciudad con 2.000 años de historia y unos 30.000 habitantes.
Vesunna es la antigua Perigueux
La antigua Vesunna ocupó en 60 hectáreas un meandro de la orilla derecha del río Isle. A diferencia del río Dordoña, el Isle da una tranquilidad que me resultó muy gratificante. Este río atraviesa el Périgord Blanco de lado a lado.
Para conocer mejor el pasado antiguo de la ciudad decidimos seguir un circuito galorromano, alrededor del Museo Vésunna, con un plano que nos dieron en la Oficina de Turismo.
Los restos del anfiteatro |
El Museo y las ruinas se ubican en las cercanías de la zona céntrica de Perigueux, en una zona muy tranquila.
Debo reconocer que a estas alturas de mi vida viajera las “piedras” ya no me atraen nada. Me fijé más en el edificio vidriado del museo que el arquitecto francés Jean Nouvel había diseñado.¡Una arquitectura excelente!
Hacia la Muralla |
Salimos a los jardines exteriores porque desde allí se puede observar gran parte del exterior del museo. Vimos también la Torre de Vésone, un resto del templo que se ha convertido en el símbolo de la ciudad.
Torre de Vésone
Por la rue Romana llegamos a la Muralla y la Puerta Normanda hasta los Jardines Des Arenes donde están los restos del anfiteatro.
Se termina este recorrido y encontramos la Iglesia de la Cité.
Torre Mataguerre |
Perigueux medieval y renacentista.
Al salir de la Oficina de Turismo, como viajeros disciplinados, y siguiendo un plano muy didáctico, fuimos recorriendo los monumentos numerados y leyendo las observaciones. No voy a nombrarlos ni a copiar las explicaciones.
Me gustó la Torre Mataguerre, último bastión de la muralla medieval, y primer encuentro del itinerario marcado. Vimos plazas, viviendas de nobles personajes de la zona, casas con fachadas monumentales, galerías, hoteles en palacios fortificados y casas con entramados de madera que se entremezclan con mansiones renacentistas.
la Catedral de Saint Front |
La Catedral de Saint Front
La encontramos situada en el centro de la antigua ciudad medieval. Fue construida en el siglo XII y es el modelo de iglesia románica que se empezó a construir en la región.
Elevada sobre un plano en forma de cruz griega cuyo centro y cada uno de sus cuatro brazos están coronados por soberbias cúpulas, al estilo de la Catedral de San Marcos en Venecia.
Fue hábilmente restaurada y sirvió como modelo en la construcción del “Sagrado Corazón” del Montmartre parisino.
Tiene un hermoso campanario, dentro del que se localiza el carrillón compuesto por 7 campanas "de repique" y 10 campanas fijas. Es famoso en toda Europa. Me gustó. No se el porqué, pero pensé en Santa Sofía de Istambul.
Produits du Terroir |
Mercados en la ciudad
¿Qué sería una ciudad sin sus mercados y Produits du Terroir? Las ricas fresas, nueces, castañas, setas, derivados del pato y oca, miel, uvas, queso ... Sea el que sea el día de la semana en el que se visite la ciudad, se tiene la oportunidad de conocer sus productos locales en los mercados matinales (hasta las 12:00-13:00 aprox) que tienen lugar en Place du Coderc de lunes a domingo y los miércoles y domingos también en la place de la Clautre (pegando a la Cathédrale Saint-Front).
Visitar algún mercado, fotografiar y conocer los productos de la región siempre me deja la sensación de haber realizado un viaje donde mis sentidos se agudizan y despiertan con tanto colorido.
Nuestro tiempo viajero se acababa y tuvimos que recortar la ruta aquí, en el Périgord blanco. No olvidamos, pero, que al Périgord se le conoce como la tierra de los Mil y Un Castillos.
La lista de castillos catalogados es larga, muy larga, por lo que decidimos que en otro viaje y en otro recorrido, visitaremos algunos. En esta ruta sólo disfrutamos de su contemplación cuando han surgido en el camino.
9 de abril de 2020
Llegó una llamada en forma de mazazo cruel. Al ver David en la pantalla de mi móvil, lo intuí. “Malas noticias, Elvira. Nos han llamado del hospital para que vayamos a despedirnos de mi padre, han hecho todo lo que han podido, pero ya no hay nada que hacer... lo van a desconectar “¡Esa maldita Covid19!
Sempre hi ha una ciutat, una catedral, un castell, un monument, un poble, un paisatge … que ens recordi les rutes que vàrem fer plegats tots sis amics.
Aquesta ruta per el Périgord és un petit homenatge del Joseph i l'Elvira per tú, amic Carlos.