Después de recorrer pueblos con castillos y murallas, calles estrechas de casas con blancas paredes y ventanas azules... Después de recorrer ciudades con lugares históricos y paisajes hermosos de interior..., tuvimos nostalgia de mar.
Fue entonces cuando el litoral de la costa alentejana nos ofreció ese océano bravo y salvaje de costas afiladas más dadas al paseo romántico que al baño, (al menos para nosotros).
La Costa del Alentejo va desde la península de Troia, en la ribera sur del río Sado, junto a la ciudad de Setúbal, hasta el norte del Algarve que es la región portuguesa limítrofe, la que cada año atrae a miles de turistas.
En cambio la costa alentejana, con casi 200 kilómetros, no tiene esa masificación que tiene el Algarve durante la temporada alta y aquí es posible disfrutar de playas y calas salvajes y tranquilas.
Esta costa también esconde pequeños pueblos de pescadores y rincones que seguro os enamoran como lo hicieron conmigo.
Llegados a ese punto de la descripción hay que decir que por este trozo de litoral pasa la llamada Ruta Vicentina, una de las rutas senderistas de gran recorrido que transitan por la costa del sur de Portugal en las regiones de Algarve y Alentejo.
Esta gran ruta senderista cuenta con dos ramales. La ruta de la costa que recorre desde Porto Covo algunos de los paisajes de playa más agrestes y espectaculares de la región, y la ruta del interior que es igual de atractiva, porque se adentra en el parque natural del Sudoeste Alentejano por caminos sencillos, atravesando pueblos, aldeas, alcornocales y valles.
Ambos senderos, ruta o caminos como se quieran llamar, están divididos en etapas y nunca hay más de 25 kilómetros entre los pueblos de la ruta, en los que se puede pasar la noche. Algo así como el Camino de Santiago.
El camino histórico, el del interior, tiene 12 etapas entre Santiago do Cácem y el Cabo de San Vicente.
El camino de la costa tiene también 12 etapas entre Porto Covo y Lagos, y utiliza los senderos de pescadores o de acceso a la costa.
Esta Ruta Vicentina era antiguamente camino de peregrinación a Compostela. Ahora se considera uno de los mejores senderos costeros de Europa. Siempre está perfectamente señalizada.
Existe una página web con información de las etapas, alojamientos, restaurantes, o incluso actividades alternativas si te quieres quedar más tiempo en un sitio: Rota Vicentina
VILA NOVA DE MILFONTES
Salimos temprano de Évora y después de casi 200 km, llegamos a Vila Nova de Milfontes ansiosos por explorar un trozo de la costa del Alentejo, como hicieron los antiguos descubridores.
Vila Nova de Milfontes podía ser el punto perfecto para recorrer esta zona porque está en medio del parque natural do Sudoeste Alentejano junto a un estuario rodeado de arena.
Se dice que esta Villa es la de las tres mentiras porque ni es villa, ni es nueva ni tiene mil fuentes.
Es una de las localidades más grandes de esta costa, así que puede ser perfecta para alojarse, comer, echar gasolina o dar un paseo por el centro para estirar las piernas, como hicimos nosotros.
Paseando tuvimos, ¡por fin!, la visión de un atractivo conjunto de casas marineras encaladas, de unas playas limpísimas y de un aire humilde y tranquilo; bueno, salvo en verano, cuando se llena de surfistas y bañistas.
Vimos la Iglesia de Nossa Sehora da Graça y seguimos el paseo desde el Fuerte de San Clemente hasta el Faro. Desde allí se ve la desembocadura del río Mira cuando vierte sus aguas al Atlántico.
Vila Nova de Milfontes |
Todas las playas de Vila Nova están a caballo entre su carácter fluvial y su carácter marítimo. Una mezcla también de calma y furia que acoge cada julio y agosto a miles de bañistas.
Vila Nova de Milfontes |
El Fuerte de San Clemente no se puede visitar porque es propiedad privada y está cerrado. Aún así se puede dar un paseo por unas pasarelas de madera que van desde detrás del Fuerte a la playa.
El Fuerte de San Clemente (entrada principal) |
El Fuerte de San Clemente |
El Fuerte de San Clemente |
El Fuerte de San Clemente (camino hacia la playa) |
Seguimos ruta hacia Zambujeira do Mar donde se encuentran las playas más salvajes de esta zona y con poca afluencia de bañistas. Claro que es setiembre, no se si julio y agosto será igual.
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Zambujeira do Mar |
PORTO COVO
A unos 20 kilómetros al norte de Vila Nova de Milfontes encontramos otro de los pueblos que más me gustaron del Alentejo. Había visto imágenes del lugar que me tenían el corazón expectante. Resultó ser un antiguo pueblo de pescadores que conserva aquel saborcillo añejo en todas sus calles adoquinadas. Las casas de un blanco inmaculado, ventanas y puertas azules y tejas de barro.
Me enamoró esa sencilla plaza cuadrada, una de las más bonitas que vi, todo un ejemplo de una arquitectura popular.
Pequeña iglesia parroquial |
En uno de los lados se encuentra una pequeña iglesia parroquial que se puede visitar y paseando por la peatonal rúa Vasco de Gama tenéis pequeños restaurantes y tiendas de recuerdos, casi todos marineros.
La calle acaba en un mirador desde el que se pueden hacer fotos de las playas de alrededor.
Todo Porto Covo se situa sobre unos acantilados llenos de senderos que bajan hasta el puerto. Desde allí se puede ir a la Praia Grande, a la Praia do Banho o a la encantadora cala Praia dos Buizinhos.
Un poco mas al sur, frente al pueblo, hay la Ilha de Pessegueiro.
Esta isla está abandonada y es fuente de inspiración para los más mentes soñadoras. Quedan restos de huellas cartaginesas y de la ocupación romana, especialmente tanques de salazón de pescado. Cuentan que también fue refugio de piratas a lo largo de los siglos
Ilha de Pessegueiro. |
La Praia do Banho |
Todo este sector del litoral europeo está tan bien conservado que son muchos los biólogos y los botánicos que vienen a estudiar y conocer todos los tesoros naturales que alberga.
En este rincón de Portugal aún se pueden ver nutrias en un habitat marino.También las cigüeñas blancas hacen sus nidos en los acantilados.
SINES
Y siguiendo por un ramal de la nacional 261 avanzamos unos 18 kms y llegamos a Sines que no es un pueblo como Porto Covo o Vila Nova de Milfontes, sino una ciudad de más de 10.000 habitantes. Allí nos alojamos.
Sines |
Puerto pesquero de Sines |
Sines fue el lugar de nacimiento de Vasco de Gama, que si recordáis, llegó a las Indias atravesando el Cabo de Buena Esperanza siendo un personaje importante para Portugal que tantos navegantes dio al mundo.
Pero Sines es también una ciudad monumental y bonita, muy recomendada para visitarla. Nuestro hotel situado cerca del casco viejo ayudó a que no camináramos tanto y pudiéramos visitarla con tranquilidad.
Rincones de Sines |
Puerto de Sines |
Sines desde el Castillo |
Sines también tiene Castillo y las cosas más interesantes están alrededor de él: la estatua de Vasco de Gama mirando hacia el mar y la casa donde dicen que nació, hoy convertida en museo.
Pasear por el centro histórico mereció mucho la pena, fue un plan perfecto para la tarde del segundo día por el litoral atlántico.
Estatua de Vasco de Gama |
Iglesia Matriz |
Entrada al Castillo |
Estatua de Vasco de Gama |
El Castillo de Sines |
Callejear por la ciudad es también interesante porque puedes admirar la arquitectura portuguesa que fue la misma que exportó a sus colonias de América: Las casas y los colores elegidos fueron casi siempre el azul y el blanco.
Nos gustó la Iglesia Matriz, la Praia de Vasco de Gama y el Forte do Revelim. Luego el paseo hasta el faro.
COCINA ALENTEJANA DEL ATLÁNTICO
La gastronomía de la Costa Alentejana es otro de los grandes motivos por los que viajamos a esta zona de Portugal. Y es que es súper fácil comer bien a buen precio, sobre todo cuando el que manda es el pescado y el marisco fresco.
Hay muchos locales de restauración al alcance de todos los bolsillos y en todos se encuentran parrillas de carbón o leña donde asan al momento sardinas, pargos y chocos.
Los arroces caldosos de gambas y las caldeiras de pescado también están en todas las cartas.