dimarts, 1 de febrer del 2022

LAS CIUDADES DE VALONIA: DINANT




La región de Valonia, situada al sur de Flandes y Bruselas, es una región francófona que se caracteriza por ser un territorio de ciudades pequeñas con mucha historia y pueblecitos tradicionales con encanto, rodeados de bosques frondosos salpicados de castillos medievales.
Todos estos atractivos hacen que sea ideal para una escapada de puente o vacaciones cortas.


Nosotros volamos desde Barcelona a Bruselas con Brussels Airlines, pero si volviéramos, volaríamos hasta Charleroi porque está considerado el segundo aeropuerto de la capital belga y se encuentra precisamente en tierras valonas y mucho más cercano a los lugares a visitar. La oferta de vuelos de bajo coste desde aeropuertos españoles es muy interesante.


Valonia está salpicada de preciosos castillos


Una vez en tierras valonas la mejor fórmula para conocer el lugar es alquilar un coche porque puedes recorrer la zona con paradas a gusto y cambiar de planes en un momento determinado. La red de autopistas de conexión es gratuita y muy buena; las distancias entre ciudades son cortas y las carreteras locales son cómodas y de fácil conducción.

Cada viajero tiene que valorar lo que quiere. Había que escoger un lugar como “campamento base”. Recuerdo que hace unos meses vi una imagen de Dinant y me gustó mucho.



Viajamos en otoño, hay menos horas de sol y las mañanitas aparecen con niebla. Lo adecuado era visitar durante el día ciudades y algunos pueblos situados en el trayecto, y regresar al lugar de pernoctación para pasar las tardes-noches.

Dinant sería el lugar ideal y fue un acierto.





¿Qué buscaba esta pareja de Jubiletos ?


Todo lo que Dinant podía ofrecernos:

  • Es una ciudad pequeña, de 14.000 habitantes, que se puede visitar andando tranquilamente.
  • Tiene la apariencia de pueblo, pero tiene todos los servicios de una ciudad.
  • Su ubicación a lo largo de la orilla del río Mosa (la llaman hija del Mosa) es espectacular.
  • Es un pequeño oasis para el viajero cansado que al regresar de la salida diaria quiere tranquilidad, silencio y cualquier local coqueto para una cena tranquila.
  • Dinant es historia y también naturaleza.
  • Un hotel “Ibis Dinant Centre” limpio, funcional, cómodo, con aparcamiento gratuito, habitaciones con vistas al río y con un bar-restaurante que prepara cenas sencillas.


Qué ver y qué hacer en Dinant

Esto es lo primero que vimos cuando entramos en la ciudad: Un estrecho pasaje de roca gigantesca por donde los coches entran a la ciudad. Una ibmpresionante formación rocosa con forma de aguja que hay que “atravesar” para entrar. La llaman la Rocher Bayard y tiene 35 metros de altura. Es uno de los símbolos de Dinant.


Lleva el nombre del legendario caballo de los cuatro hijos de Hajmon, quien, según la leyenda, huye a caballo Bayard antes de que Charlemange (el nombre francés de Carlos el Grande) saltó al río con un gran salto. Los cascos de un caballo saltando separaron un obelisco de piedra de la roca.

La Rocher Bayard


Dinant es hermosa desde cualquier punto de vista. Aún así hay que buscar la imagen que aparece en la mayoría de reclamos turísticos.Y ahí está, cruzando el puente Charles de Gaulle que hace de conexión entre las dos orillas.






La primera impresión es de  ¡Wuau! ¡Enfoque! Las casas coloridas típicas belgas reflejadas sobre el agua del río Mosa y protegidas por las montañas. La cámara va subiendo desde la hilera de casas hasta la Cúpula de la Colegiata y la Ciudadela.

¡ Es como una postal !



En el extremo del puente la estatua de Charles de Gaulle vigila los movimientos de cámara de los visitantes. Os preguntaréis el porqué de la estatua

Dinant fue el escenario de combates entre los ejércitos francés y alemán en la I Guerra Mundial. La batalla por la ciudad fue una de las masacres más difundidas y allí fue herido el entonces teniente Charles de Gaulle. Ahí tenéis la respuesta.




Puente Charles De Gaulle



Estatua de Charles De Gaulle

Puente Charles De Gaulle y la Colegiata al fondo


Si giras a mano izquierda te encontrarás con la   Oficina de Turismo





Y es también en el puente donde se concentra más cantidad de esculturas de saxofones de colores, un instrumento muy unido a la ciudad porque allí nació Adolphe Sax, su creador.

Siguiendo la Rue Adolphe Sax se llega a la que fue la casa natal del músico. En la entrada hay su estatua junto a un saxofón sentado en un banco. La Casa natal está abierta al público de manera gratuita como centro de interpretación de su vida y obra.



Colegiata de Notre Dame de Dinant.



De vuelta al puente, justo delante, visitamos la Colegiata de Notre Dame de Dinant. Dicen todos que es la verdadera joya de la ciudad.

En realidad es sorpresa lo primero que se siente al verla, ya que parece que sobresale de la enorme roca que corona la ciudad.

Es que es un edificio esbelto, de estilo gótico y con un campanario bulboso, que es la parte más icónica.

Esta Colegiata sustituyó a una Iglesia románica del siglo X que se derrumbó en 1228 tras la caída de un gran trozo de roca. Lo único que se mantiene de esa Iglesia románica es la puerta Norte.

La vista que se tiene desde la otra orilla del Mosa es maravillosa, con el bulbo del campanario como elemento más distintivo.







Ciudadela de Dinant.


Junto a la colegiata de Notre Dame se encuentra el acceso a la Ciudadela de Dinant.

Se puede subir en funicular o subiendo los 408 escalones. También en coche por la carretera trasera que le da acceso.

Arriba hay un aparcamiento libre, un cementerio de guerra con 1200 tumbas francesas, un museo militar y un pequeño restaurante. Todo junto a la entrada a la Ciudadela. Incluso si no se realiza el recorrido, la vista desde 100 metros de altura es espectacular.


Cementerio de guerra

Cementerio de guerra


Cementerio de guerra


Le dedicamos unas dos horas a visitarla y el tiempo se pasó volando. Me gustó mucho, mucho, y no solo por su contenido histórico de todo lo que vivió la ciudad, sino por la forma tan didáctica de presentarlo.

Todas las imágenes las tenemos en nuestra cámara y en nuestras retinas las preciosas vistas que desde allí arriba se tienen de la ciudad a nuestros pies y de todo el curso del río Mosa.


















De vuelta al centro pasamos por la Abadía de Notre-Dame de Leffe, sólo para hacer una fotografía. En 1240 en esta Abadía crearon la cerveza Leffe, hoy en día esta cerveza es toda una institución.

Más tarde entramos en una cafetería para probar alguna de las otras muchas 
cervezas locales de elaboración artesanal (como la Saxo, por ejemplo)


Abadía de Notre-Dame de Leffe,


Para los amantes de las galletas decidles que podrán disfrutar de una especie de galleta típica de Dinant que tiene fama de ser la más dura de Europa. Son las famosas Couques. Se trata de unas galletas hechas con harina y miel de formas diferentes.
La sorprendente dureza de las galletas Couque es el resultado de la alta temperatura (aproximadamente 300 grados) a la que se hornean. Tienes que romper pedazos pequeños y luego chuparlos como dulces duros.
Los habitantes de Dinant se las dan a niños pequeños para ayudarlos a fortalecer sus encías. Couque se hace en 2/3 de harina de trigo y en 1/3 de miel.

El panadero siempre debe asegurarse de que la masa no se queme. Couque es plano, tiene un color dorado, a menudo tiene la forma de un animal o presenta algún dibujo.


Paseo al atardecer a orillas del Mosa


Paseo al atardecer a orillas del Mosa



Paseo al atardecer a orillas del Mosa



En la último paseo antes de regresar comimos otro cono de papel lleno de buenísimas patatas fritas belgas calientes y estuvimos muy contentos de darle a Dinant un gran sello de aprobación, de lo mejorcito de Valonia.



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