dissabte, 1 de maig del 2021

De ruta por Turquia: ESTAMBUL DIA 1


@Jubileta3


Una ciudad que lleva habitada más de 4.000 años y que fue capital de dos imperios muy poderosos, el Bizantino y el Otomano, tiene que ser un verdadero museo.

Poco queda de aquellos primeros colonos; hoy Estambul tiene el sabor de sus últimos conquistadores, los turcos, con algún toque griego adaptado al islam y con los majestuosos minaretes de su Mezquita Azul.

Los monumentos históricos más importantes pueden visitarse en un par de días porque hay poca distancia de unos a otros y al ir andando es fácil encontrarse con un mercadillo, una medrese (escuela coránica), una pequeña mezquita o muchas escenas callejeras que llaman la atención. Nosotros estuvimos tres días.


@Jubileta3


Nuestra ruta comienza en Sultanahmet visitando el Mercado Egipcio o Bazar de las Especias, uno de los lugares que con más cariño recordaré siempre porque me gustó mezclarme con los habitantes de la ciudad y sumergirme de lleno en una cultura diferente.

Es el paraíso para los amantes de la fotografía por los miles de colores distintos que puedes encontrar; para los amantes de los olores por sus pócimas, elixires, lociones, especias; para los amantes de los sabores por sus tés, cafés, aceites, dulces artesanales, frutos secos …. Me acuerdo de vosotros, viajeros, porque es un bazar digno de las 1001 noches. Podéis bromear, charlar, degustar cualquier dulce típico, pero no os olvidéis de regatear.




El ambiente que hay en los alrededores es muy bullicioso y puedes encontrar imágenes muy exóticas.



Palacio Topkapi  @Jubileta3


Más tarde, después de esquivar todo tipo de vendedores ambulantes, llegamos al Palacio Topkapi un recomendado en las guías turísticas y que hay que recorrerlo sin prisa para disfrutarlo.

 Mi consejo es que hay que seleccionar qué ver porque si no la visita se hace larga. La entrada cuesta 6 euros; dicen que para visitarlo todo, pero eso no es cierto porque luego hay que volver a pagar otros 6 euros si quieres entrar en el harén.

Me impresionó pensar que una vez desde este palacio se gobernaba todo el mundo conocido y que fue un lugar de locuras, extravagancias, recepciones grandiosas y de intrigas dignas de Indiana Jones.

Seguro que para los amantes de los museos es un lugar alucinante, pero en mi caso se hizo un poco pesado. Lo mejor: las magníficas vistas sobre el Bósforo desde la terraza de mármol.

Palacio Topkapi  @Jubileta3


Después de una comida ligera seguimos nuestra andadura para visitar la Mezquita Azul, que con sus seis minaretes la convierten en la más elegante de la ciudad. Magnífica, soberbia, imponente, es como si desafiara al mundo.

Para entrar, al igual que en el resto de las mezquitas, debéis llevar ropa apropiada y descalzaros antes de entrar. Las mujeres, los hombros y el pelo tapado. En la entrada os dejarán todo lo que necesitéis si no lo lleváis.

Al cruzar la puerta lo primero que me llamó la atención es la gran alfombra que cubre todo su espacio. Su limpieza es exhaustiva porque un encargado la limpia una y otra vez. Luego la vista se va rápida hasta el techo, hacia la cúpula central. Y, por último notas una suave tonalidad azul. Doscientos sesenta ventanales colocados en cinco niveles permiten una filtración de luz que se refleja en los más de veinte mil azulejos de color azul.¡Impresionante!

Os recuerdo que los hombres rezan delante mientras que las mujeres lo hacen en zonas traseras para no distraerlos por la posición en que se reza.

La llamada a la oración siempre es en árabe y es normal que los turcos no entiendan nada de lo que dicen porque pocos de ellos hablan esa lengua. Ahora mismo sólo un 15% de los turcos son musulmanes practicantes y en las mezquitas se ve sobre todo gente mayor.

@Jubileta3



Enfrente de esta mezquita está su rival en belleza, Santa Sofía, cuya visita la dejaremos para mañana.

En la explanada de delante hay un parque con bancos y vale la pena sentarse un rato y admirar ambas edificaciones, respirar profundamente y sentirte afortunada por estar aquí.


Cerca de estas mezquitas se encuentra el Hipódromo, una plaza ajardinada famosa por sus antiguas carreras de caballos y que hoy sirve de punto de encuentro las noches de Ramadán. En este lugar se conserva el Obelisco de Teodosio, la Columna Serpentina, la Fuente del Emperador y el Obelisco de Piedra.

@Jubileta3



@Jubileta3


Terminamos el día en el Gran Bazar que es uno de los mayores atractivos de esta ciudad para los viajeros ávidos de compras. (No es mi caso)

No visitarlo es como viajar a Marrakech y no recorrer su zoco. Sus más de 3.600 puestos de colores son un paseo que os llevará todo el tiempo que queráis dedicar. Cientos de vendedores esperan con ansia negociadora y es fácil perderse en este impresionante mercado cubierto. Así que vuelves a caminar por pasillos que ya caminaste y jamás llegas a donde quieres llegar. No importa porque este lugar es como una fantástica caja de Pandora.

¡¡ Mañana volveremos. !!





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