dissabte, 18 de juny del 2022

LA RUTA DEL EXILIO A FRANCIA EN 1939

 


Cualquier excusa es buena para que este par de Jubiletos hagan rápido la bolsa con lo imprescindible y salgan de escapada. Esta vez el pretexto ha sido conocer sobre el terreno los caminos por donde miles de republicanos huyeron durante la Guerra Civil Española para exiliarse en Francia.


Nuestro deseo hubiese sido hacer esta ruta andando y pasar un día feliz por los bosques del macizo de las Salines en l'Empordà y recorrer estos lugares históricos. Pero las piernas de Jubileta no están para estos trotes.

En el pueblo de La Vajol empieza la ruta senderista, la que lleva al pueblo francés de Les Illes a través del puerto de montaña de Lli (712 m) o por el de Manrella (710 m), en el macizo de las Salines.

Ambos collados recuerdan, con sendos monumentos, el duro paso en invierno de aquellos políticos exiliados. En el de Manrella la escultura está dedicada a Companys; por el de Lli se dice que pasaron Azaña y Negrín.

Animaos, caminantes ágiles, senderistas activos, andarines y excursionistas dinámicos!!, hacedlo por mí !!, jajaja, esta jubileta sólo puede llegar a los lugares en coche.

Toda la información sobre la Ruta senderista


LUGARES VISITADOS


LA JONQUERA


La Jonquera es un lugar de paso, de intercambio cultural y comercial desde hace siglos, pero el hecho más significativo que históricamente se recuerda, fue el exilio masivo de republicanos españoles que huían de los franquistas en 1939.

Este exilio provocó escenas muy duras, pero también escenas de solidaridad. Todo esto hoy podemos recordarlo en el Museo Memorial del Exilio MUME 




El MUME es un centro de interpretación donde todo el espacio es para la memoria, la historia y la reflexión crítica de todo lo sucedido.

Este Museo está instalado en un espacio privilegiado, en la calle Major, 43-47 (antiguamente continuación de la Nacional-II hasta la frontera).

Anteriormente había sido un teatro y en la actualidad se ha conservado sólo «la caja» del edificio que se utilizaba como zona de paso entre el centro de la población y la orilla del río que cruza el municipio.

Visitamos el museo y vimos fotos, documentos y otros artículos que explican lo que fue el exilio español republicano. Todo esto nos permitió hacer una idea de lo penoso que fue abandonar España para los que obligatoriamente tuvieron que irse.


AGULLANA


Nuestra ruta por los lugares del exilio que comenzó en el MUME de La Jonquera siguió después hacia Agullana.




Los alrededores de este pueblo están poblados de encinares y alcornocales y algún bosque de castaños. La parte más baja tiene zona de cultivos. Pueblo sencillo de los muchos que hay en el territorio.

Durante el siglo XVIII Agullana vivió un importante incremento de población gracias a la industria corchera.

En el momento de máximo esplendor, a principios del siglo XX, la villa tenía 40 fábricas que se dedicaban a esta industria, actualmente sólo queda una.

De todo este desarrollo económico salieron una serie de edificios modernistas, como el chalet Parellada, la casa Estela, Can Vidal, el asil Gomis o el café La Concòrdia donde nos tomamos un cafecito para husmear en los interiores. Los otros edificios los vimos de paso.

Asil Gomis

Casa Estela

Café La Concòrdia

Chalet Parellada

Interior de Café La Concòrdia


Pero nuestro objetivo fue encontrar la Casa Bech, en la calle del mismo nombre, en el número 5. Esta casa fue utilizada por el Estado Mayor de la República para ser su sede.

Y llegamos al corazón de Agullana, su plaza Mayor que está presidida por la iglesia de Santa Maria. Esta iglesia está asentada en un edificio de finales del románico y fue construida sobre los restos de una iglesia anterior, de la que se tiene constancia desde 1019.

Iglesia de Santa Maria

Iglesia de Santa Maria




A las afueras del pueblo siguiendo la carretera en dirección La Vajol encontramos el Mas de Can Bech de baix, otra de las casas donde se alojó el presidente de la República, Juan Negrín. Nos contaron que el presidente Negrín se tuvo que refugiar en un bosque cercano y al día siguiente abandonó España.

O sea, durante unos días, Agullana se convirtió en la capital de la República.




LA VAJOL


Y continuamos ruta hasta La Vajol buscando más lugares relacionados con el camino que seguían los exiliados para llegar hasta Francia.




En el aparcamiento situado en la entrada, hay una indicación que explica el camino hasta el Monumento al exilio, una escultura de bronce. Se trata de un figura de un hombre y su hija; la niña había perdido una pierna en un bombardeo franquista en Aragón, en otoño del 1937. (La escultura está basada en una fotografía que hizo un periodista extranjero).




Monumento al exilio

Monumento al exilio



En ese lugar empieza una de las rutas senderistas del Exilio, la que lleva al pueblo francés de Les Illes a través del puerto de montaña de Lli (712 m) o por el de Manrella (710 m), en el macizo de las Salines.

El duro paso en invierno de aquellos exiliados es recordado con sendos monumentos, en el de Manrella la escultura está dedicada a Companys; por el de Lli se dice que pasaron Azaña y Negrín.




ARGÈLES-SUR-MER


Argelès es una pequeña villa a pocos kilómetros de la frontera española. Es otro lugar que es necesario visitar para conocer mejor esa triste parte de nuestra historia reciente.

La villa está partida en dos zonas bien diferenciadas.

Una de las partes es “La Villa” que coge el casco antiguo y una zona residencial nueva; allí encontramos los principales monumentos de la ciudad; el más importante es la Iglesia de La Prats Notre-Dame, del siglo XIV, que define la silueta de Argelès con su hermoso campanario de 34 m de altura.

La otra parte se encuentra en “La Playa”, una zona más nueva que está situada a lo largo de la extensa playa y el puerto.

Hacia allí nos dirigimos.

Playa de Argelès-sur-Mer  (7 km )



Buscando información sobre el paso de republicanos españoles por el campo de concentración francés encontré esta reseña que me impactó mucho:

En marzo de 1939, el fotógrafo Robert Capa visitó el enorme campo de la playa de Argelès, donde se encontraban en ese momento encerrados más de 80.000 republicanos españoles. La descripción que hizo del mismo fue:

“... un infierno sobre la arena: los hombres allí sobreviven bajo tiendas de fortuna y chozas de paja que ofrecen una miserable protección contra la arena y el viento. Para coronar todo ello, no hay agua potable, sino el agua salobre extraída de agujeros cavados en la arena”


El grueso de exiliados estalló los primeros meses de 1939, cuando cientos de miles atravesaron la frontera francesa.

La mayoría de ellos terminaron en unos campos de concentración que se levantaron de forma improvisada. El primero de estos campos, y el mayor de ellos, se levantó en la playa de Argelès-sur-Mer. Se calcula que más de cien mil exiliados españoles pasaron por este campo.

El pueblo de Argelès-sur-Mer ha hecho y sigue haciendo un importante trabajo de memoria para recordar y no olvidar lo que allí pasó hace ya más de 80 años.



Si queremos conocer todo este trabajo la primera parada hay que hacerla en el Memorial du Camp d'Argelès (Avenue de la Liberation, 26), un espacio museográfico, educativo y cultural que recoge todos los resultados de 20 años de investigación.

Monolito de la Memoria

Monolito de la Memoria


Una vez visitado, el siguiente movimiento es acercarse a la playa para ver el Monolito de la Memoria, de 1999.

Cimetière des Espagnols 

Cimetière des Espagnols 


Abandonamos la playa y regresamos al interior por la Avenida de la Retirada y llegamos al Cimetière des Espagnols que es el cementerio que se habilitó para enterrar a los fallecidos en el Campo de Argelès.

Allí una estela recuerda los que perdieron la vida; al lado hay un árbol que se plantó dedicándolo a los 70 niños menores de 10 años que también murieron en el campo.


COLLIOURE


Siguiendo ruta nos desplazamos unos kilómetros al sur y llegamos a Collioure. Buscábamos re-descubrir, después de muchos años, esta hermosa localidad, y lo hicimos lentamente en una jornada.


Castillo de Collioure



Buscábamos también, conocer los últimos pasos del poeta Antonio Machado y volver a visitar su tumba después de tanto tiempo.


Pero, ¿cuáles fueron sus últimos pasos ?


Antonio Machado bajó del tren procedente de Cerbère un 28 de enero de 1939 y como muchos republicanos, huía del avance del ejército franquista. Viajaba acompañado de su madre, su hermano, su cuñada y el escritor Corpus Barga.


Su destino no era Collioure, pero su exilio sería corto porque un mes después, el 22 de febrero murió en el Hotel Bougnol-Quintana a causa de una neumonía. Tenía 64 años.

Su madre tres días después. Madre e hijo fueron enterrados en un nicho cedido por una vecina, en el pequeño cementerio del centro.

Tumba de Antonio Machado


Tumba de Antonio Machado


Tumba de Antonio Machado


La tumba del poeta es un espacio que se ha transformado en un lugar emblemático para la memoria y el recuerdo. Al cementerio acuden diplomáticos, conserjes, niños, ancianos, amantes, solitarios, profesores... La escritura y las tarjetas de visita nos dicen que hay peregrinos de toda condición.




ELNA


Muy cercana a la playa de Argelès-sur-Mer, a unos 7 kilómetros del lugar donde estaba el campo de exiliados, el primero y más grande de la zona, está la Maternidad Suiza de Elna.

A las afueras del pueblo de Elna, por una carretera poco transitada se llega al castillo de Bordou, un edificio bonito y de una estructura tan original que parece salido de una novela romántica.

Maternidad Suiza de Elna

Maternidad Suiza de Elna


Este palacete de tres pisos construido en 1900, quedó semi abandonado. Su restauración costó unos 30.000 francos suizos que aportó la Asociación de Ayuda a los Niños de la Guerra.

Allí se instauró lo que sería la Maternidad de Elna, un hogar para mujeres embarazadas que abrió Elizabeth Eidenbenz (conocida por las españolas como la señorita Isabel), con ayuda de la Cruz Roja Suiza.

 Elizabeth Eidenbenz en la Maternidad

 Elizabeth Eidenbenz en su última entrevista 



Elizabeth era una maestra suiza que, con 24 años, llegó a Madrid como enfermera voluntaria de dicha Asociación para ayudar a madres y niños durante la Guerra Civil española.

Cuando se produjo la caída de la República se trasladó junto a los refugiados al sureste de Francia donde la mayoría estaban internados.

Allí se dedicaba a recoger mujeres embarazadas de los campos de internamiento y se las llevaba a la Maternidad.

En la Maternidad de Elna se creó una burbuja de comodidad y confianza que permitía a las futuras madres reponer fuerzas y energía para salir adelante en aquellos tiempos tan turbulentos.

El primer niño nació el 7 de diciembre de 1939. Desde aquel día y hasta 1944, fecha en que fue ocupada por los nazis, nacieron 597 niños y niñas.

La Maternidad de Elna cayó en el progresivo abandono a partir del final de la Segunda Guerra Mundial.

En 2002, la ciudad de Elna homenajeó a la entonces casi nonagenaria enfermera y solo un par de años más tarde, en 2004, adquirió el castillo de Bardou, sede de la antigua Maternidad, para convertirla en un centro que recuperara la memoria de aquellos tiempos.

Muchísima información en la web de la Maternidad



Muchos paneles informativos

Cestos que servían de cunas



El edificio está rodeado de un hermoso jardín, tiene grandes ventanales por donde entra la luz que ilumina las blancas paredes de lo que hoy es un museo. Las habitaciones son circulares y carecen de mobilario.

En la planta baja un audiovisual de unos 10 minutos, recibe a los visitantes para contarles la historia de la institución. Luego, en las siguientes plantas, paneles explicativos y muchas fotografías informan de todo lo que allí había sucedido. Un momento emocionante y emotivo es permanecer unos minutos en silencio en la Sala Marruecos que era el paritorio.



Había puesto mucha ilusión en esta visita que fue tranquila y sosegada. Iba muy motivada porque me leí de un tirón el libro de Assumta Montellà, “La Maternidad de Elna”.




CURIOSIDADES



Durante la Guerra Civil Española por el collado de Lli huyeron miles de civiles y militares. Entre ellos se encontraban políticos representantes de las instituciones republicanas españolas, como el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, el presidente del Gobierno Vasco y el presidente de la República entre otros. Algunos no volvieron nunca.




Visitad la mina Canta, también llamada mina de Negrín. En esta mina de talco propiedad de la familia Canta, de La Vajol, se escondieron por orden del General Negrín, presidente del gobierno de la República desde 1937 hasta 1939, una remesa de cuadros procedentes del Museo del Prado. También había oro procedente del Banco de España, valorado en millones de dólares, que más tarde fue llevado en barco hasta México.



La Fundación Antonio Machado en Collioure recoge y archiva cada año los cientos de mensajes y objetos que los visitantes dejan en la lápida. La Universidad de Alcalá de Henares se ocupa de su clasificación y estudio. Con todos los escritos acumulados durante años se ha creado el archivo “Palabra en el tiempo”.


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