diumenge, 24 de setembre del 2023

BIENVENIDOS A LA HOYA DE HUESCA




Puede que el nombre de esta comarca no os diga mucho, pero si os hablo de Los Mallos de Riglos o el Castillo de Loarre quizás os empiece a sonar. ¡Sólo os queda visitarla para descubrirla!

Esta ruta forma parte de una escapada al Pirineo Aragonés a finales del verano, en nuestro coche y recorriendo rincones conocidos y no tanto. Pensad que somos una pareja madura y con piernas un poco cansinas, por eso nuestra andadura es más lenta, vemos menos cosas en el mismo tiempo.

Esto tiene una ventaja y es que descansamos, observamos, hablamos con la gente, preguntamos, escuchamos y, lo que no se visite hoy, se visitará día.



QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ


1.- La comarca de la Hoya de Huesca

2.- Huesca capital

3.- El Castillo de Loarre

4.- Los Mallos de Riglos

5.- Agüero

6.- Murillo de Gállego. Hotel Rural Reina Berta.



La comarca de la Hoya de Huesca


La comarca de la Hoya de Huesca se extiende desde las sierras del Pre-Pirineo hasta las llanuras del Valle del Ebro.

Por su situación geográfica en zona de transición fue en época medieval la frontera entre las dos culturas hispanas dominantes. Como consecuencia de eso todo su territorio es un tapiz de paisajes que albergan tesoros que son patrimonio histórico-artístico y etnográfico.

En estas tierras el visitante puede admirar las sierras de Loarre y Caballera, los buitres sobrevolando las formaciones de los Mallos de Riglos, las piedras de la Colegiata de Bolea, El Castillo de Loarre, el palacio de los Marqueses de Ayerbe o el casco antiguo de la capital, Huesca.



Huesca capital


La ciudad de Huesca tiene el dinamismo propio de ser la capital de la provincia.

Huesca, conocida por Huesqueta por los oriundos, es una ciudad tranquila, familiar, muy cómoda para recorrer a pie y que guarda un rico patrimonio que incluye restos romanos; edificios de estilo románico, como la iglesia y claustro de San Pedro el Viejo; un Ayuntamiento de estilo renacentista aragonés del siglo XVI; o templos de corte barroco, como la Basílica de San Lorenzo o la Catedral de Santa María.

Su visita es casi obligada, por la comodidad de recorrer su casco histórico, sus interesantes museos, sus fiestas y su actividad cultural continua y variada a lo largo de todo el año.

Si a esto le añades una buena gastronomía y el carácter acogedor de los oscenses, la estancia en la capital resulta completa.

Podéis leer mi post con más detalles sobre la ciudad aquí
Catedral de Huesca

Iglesia de San Pedro el Viejo

Claustro de la Iglesia de San Pedro el Viejo

Torreón de la muralla de Huesca

Plaza Navarra y Casino al fondo


A pocos quilómetros de la capital si no se tiene coche propio el bus turístico te acerca a Bolea que es una villa de origen romano, conocida por sus cerezas, (eso dicen sus habitantes), pero lo que más fama le da es la Colegiata del siglo XVI que fue construida sobre una antigua fortaleza árabe Desde allí se domina casi la comarca entera.





El Castillo de Loarre


Siguiendo ruta no se tarda nada en llegar a Loarre. El pueblo tiene una hermosa iglesia parroquial del siglo XVI, pero lo que más fama le da es su famoso Castillo.

Desde la ciudad de Huesca hay unos 35 kilómetros de distancia hasta la puerta del castillo. Desde Zaragoza poco más de 100, y, si salimos de Teruel, menos de 280. Sea por donde sea, la cuestión es llegar y por una carretera serpenteante desde la que cuesta divisar el castillo.

El Castillo, del siglo XI, está considerado como el edificio del románico civil más importante de Europa y el mejor conservado. En sus muros y también en sus alrededores se han filmado películas de la época.

Hay un aparcamiento muy grande, zona de servicios e información, tienda y un restaurante.

Todos los detalles de la visita, horarios y entradas pueden consultarse en la web












Una puerta de la muralla da la bienvenida y siguiendo camino empedrado se puede contemplar el paisaje de entrada a los Pirineos. Poco a poco se llega a la Puerta de Entrada y una escalera de unos 30 peldaños empinados espera.


Hacia mitad de la escalera, a la derecha, se abre la cripta de la iglesia alta que es una estancia semicircular colocada en la roca.

El paseo por el interior del castillo es un atractivo recorrido por pasadizos, torreones hasta llegar al punto 18. La Torre de la Reina.


Pero llegué hasta el punto 9 del plano. Joseph siguió la visita por los dos.



Sentada en uno de los peldaños, viendo pasar visitantes iba pensando que este Castillo de Loarre es un conjunto inigualable, está al lado del bosque, tiene unas bonitas vistas y que Jubileta, o sea, yo, podía sentirse afortunada de estar allí.



Los Mallos de Riglos


Al norte de la capital, en la carretera de Pamplona, hay que visitar un lugar muy original, el llamado Reino de los Mallos.

En el camino cruzamos Ayerbe. Dicen de ella que es una interesante población, pero nosotros seguimos hasta Riglos que es una pequeña localidad junto al río Gállego que cuenta con casi 80 habitantes censados y pertenece al municipio de Las Peñas de Riglos con 9 pueblos más.

A pesar de su pequeña población, es un lugar muy visitado debido al  atractivo de los Mallos de Riglos.

Mallos de Riglos.

Mallos de Riglos.

Mallos de Riglos.



Los Mallos son unos grandes conglomerados de arenisca de formas caprichosas que llaman mucho la atención. Entonces, cuando los ves, piensas que en este abrupto espacio natural es normal que vivan felices poblaciones de buitre leonado, alimoche, halcón peregrino, quebrantahuesos o treparriscos.



Una curiosidad histórica:

En el año 1097 el rey Pedro I de Aragón se casó en Huesca en segundas nupcias con doña Berta y como dote le regaló las tierras de Ayerbe, Agüero, Riglos, Marcuero, Sangarrén y Murillo de Gállego.

Las normas de la época establecían que la reina poseía y gobernaba aquellos territorios, pero sometida siempre a la autoridad y los intereses del rey.

Una vez viuda las gobernó ella sola hasta que se reincorporaron a la corona.

Es todo un argumento de película: una reina de origen italiano al frente de un minúsculo territorio formado por rocas colosales y pequeños pueblecitos. De ahí que a este territorio se le llame Reino de Los Mallos.




Agüero


Para llegar hasta Agüero atravesamos un frondoso bosque y recorrimos una carretera con muchas curvas. Valió la pena el esfuerzo porque el emplazamiento es formidable. Todo el pueblo se agazapa a los pies de unas enormes y rojizas moles de rocas conglomeradas, los Mallos de Agüero. Agüero parece querer esconderse de aquel que quiera visitarla.

Es un pueblo de postal. Pero Los Mallos ¿no eran de Riglos pensaréis?

Es verdad que los de Riglos son más grandes que los de Agüero y además se ven desde la carretera, pero estos nos han enamorado.


 los Mallos de Agüero

 Agüero cobijado por Los Mallos

 Agüero 

Los Mallos de Agüero




Murillo de Gállego


Nos dijeron que Agüero es un tesoro para los aficionados a la escalada y Murillo de Gállego lo es para los practicantes del rafting cuando descienden por las aguas bravas del río Gállego. Nos dijeron también que más de 80.000 aficionados suelen visitar el pueblo cada año normal para dedicarse a esa actividad.


El pueblo es de casas de piedra y está atravesado por este río que le da nombre. Caminamos hasta la plaza Mayor y en un pequeño parque infantil vimos niños y niñas jugando delante de la majestuosa Iglesia del Salvador. Esas criaturas no sabían que estaban delante de un monumento del siglo XI.


 Iglesia del Salvador

 Murillo de Gállego



Hotel Rural Reina Berta


Buscando alojamiento por la zona me llamó la atención el nombre de este hotel rural porque había leído el episodio histórico de la reina Berta y su pequeño reino de Los Mallos. Leí también que este hotel tiene vistas a las formaciones rocosas de los Mallos de Riglos, al río Gállego y al castillo de Marcuello. El precio muy asequible, así que allí nos dirigimos.

Rafa y María, los anfitriones, son unas personas muy amables y con ganas de hacer que tú estancia sea lo más cómoda y agradable posible. Lo bien que te hacen sentir al llegar, como si estuvieses en tu casa.

Es una casita con encanto, todo gira en torno a Bertania como ellos llaman al antiguo reino de la reina Berta. Tanto las habitaciones como los espacios comunes tienen una decoración muy original.


Indicador de nuestra habitación

Cuadros decorativos con historia de la reina Berta

Cabezal de nuestra cama


El desayuno es magnífico con una presentación exquisita.









Fue un agradable broche final a nuestra ruta por la Hoya de Huesca.






Todos los artículos los escribo después de haber vivido la experiencia en primera persona. Las fotos son todas de Joseph, salvo que se indique lo contrario, no están retocadas ni llevan filtros porque no sabemos mucho. Perdonad.


En mis relatos os explico lo que he sentido en aquellos momentos, a veces pongo datos prácticos y también os enlazo a otros lugares por si queréis ampliar información. No hago guías de viaje si no un relato de mis apuntes que hago en la libreta viajera.










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